1 de febrero de 2008

La Antanilla

En un documento -una serie de hojas manuscritas sueltas, encontradas dentro de uno de los libros parroquiales de Villavieja que se conservan en el Archivo Diocesano de Ciudad Rodrigo-, encontré una relación de fincas -la mayor parte de ellas rústicas- pertenecientes a diversas capellanías y cofradías de nuestra parroquia a mediados del siglo XIX. La lista contiene, con todo detalle, la situación de las fincas, su cabida y los linderos.

En uno de los folios aparece una nota que dice: "Esto no es de la nación", lo cual parece indicar que la relación de propiedades se hizo con motivo de alguna de las desamortizaciones llevadas a cabo a lo largo de dicho siglo, posiblemente la de 1855 efectuada por el ministro de Hacienda Pascual Madoz y conocida como "desamortización civil" aunque el nombre no es muy correcto, pues si bien es cierto que se subastaron gran numero de fincas que habían sido propiedad comunal de los pueblos, lo cual constituía una novedad, también se vendieron muchos bienes hasta entonces pertenecientes a la iglesia, sobre todo las que estaban en posesión del clero secular, como es el caso que nos ocupa.

Pues bien, entre esa relación figura la siguiente nota, apuntada como perteneciente a la capellanía de las "Ánimas":

Otra al sitio de la Hontanilla, cabida 6 celemines de trigo, linda al Naciente con tierra de Francisco García Celestino, Norte y Poniente con tierra de Agustín Carranza y Mediodía con camino de Villares.


De lo anterior podemos deducir que lo que nosotros llamamos ahora Antanilla, hasta mil ochocientos y pico se denominaba Hontanilla. La palabra deriva de "hontana" que significa manantial de agua que brota de la tierra y "hontanar" sitio en que nacen fuentes o manantiales. Y parece estar bastante de acuerdo con la realidad. Todos conocemos, que ya en tiempos recientes se construyó un depósito en esa zona que abastecía de agua al denominado caño de la ermita, construido en el año 1955.