11 de enero de 2011

La bellota como alimento humano

En la entrada de ayer tratábamos el tema del hurto de bellotas en nuestra comarca. Veíamos como esa cuestión no era privativa de los salmantinos, sino que era habitual en muchos otros lugares de la geografía española. Un gran número de esos hurtos o robos eran forzados por la necesidad. Una investigación muy somera me ha llevado a conocer como en tiempos antiguos una gran parte de población, no sólo española sino a nivel mundial, se alimentaba con las bellotas, bien de la encina (bellota dulce), bien del roble (bellota amarga, que para comerla se sometía previamente a un proceso de lixiviación con cenizas, por ejemplo).

Existen en la actualidad naturalistas y ecologistas que defienden el uso de la bellota como un alimento más para consumo humano, tal y como se hizo en la antiguedad no solamente con la bellota, sino también con las castañas y los hayucos. Y es que a lo largo de todos los tiempos se ha usado por extensas poblaciones como aditivo o sustitutivo de los cereales. Con las bellotas se fabricaba un tipo de harina que, sola o mezclada con la de trigo o algún otro cereal se utilizaba para fabricar pan. Y no solamente eso, sino que frecuentemente eran comidas crudas, asadas o cocidas, tal y como se hace en la actualidad con las castañas. Historiadores antiguos como Estrabón o Plinio recogían ya ese uso para panificar. Alguno de ellos afirmaba que los pueblos hispanos se alimentaban tres cuartas partes del año con bellotas.

La veneración , o misteriosa atención que se tenia a la encina por algunas naciones, a mi parecer tuvo fundamento en el particular aprecio que se tuvo de la encina por razón de su bellota, la qual llega a servir de pan. "Las bellotas, dice Plinio en el capítulo 5º del libro 13, son ahora la riqueza de muchas naciones, y aun de las que estan en paz, y por escasez de grano se hace harina de bellotas secas, y se amasa en lugar de trigo, y aun al presente en España se ponen las bellotas entre las frutas de la mesa." La encina pues, árbol que mantiene siempre la hoja , y provee de buena leña para el fuego, y de excelente madera para edificios y muebles, añade a todas estas utilidades la de producir bellota, que suple la falta de trigo.
"Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas..."
Lorenzo Hervás y Panduro, Madrid, 1805



Hoy día nos parece impensable tal cosa, por lo menos a gran escala, porque asociamos a la bellota con el ganado.  La consideramos un alimento muy bueno, pero para los cerdos. Eso sí, el embutido o el jamón de un cerdo alimentado con bellotas alcanza un elevadísimo precio en el mercado.

En fin, si alguien quiere instruirse más en el tema, aquí os dejo unos enlaces donde podéis encontrar mucha más información al respecto: