19 de febrero de 2012

Otra de moralidad

Hace unos días comentábamos las circunstancias en que se había desarrollado un juicio en 1912 por presunto infanticidio. Las normas de entonces obligaron a que se celebrase a puerta cerrada por cuestiones de "moralidad". Hoy traemos otro de lo mismo. Se acusaba a un vecino de Masueco de violación o intento de violación. Las cuestiones de "moralidad" obligaron a hacerlo también en sesión secreta. Lo curioso del caso es que a pesar de tanto secretismo, los periódicos de entonces publicaban sin ningún problema los nombres y apellidos de las personas involucradas en dichos juicios. Vamos con la noticia. La publicaba "El Adelanto" el 15 de Febrero de 1912.

Cuidado con las mozas.
Ayer compareció en la sección primera, para ser juzgado por el Jurado del partido de Vitigudino,José Manuel Sánchez Valero, vecino de Masueco, acusado por el fiscal señor Mansilla de haber cometido tentativa de violación la tarde del 25 de Mayo último, con la joven Tomasa García Cenizo.
Negaba la existencia del hecho el letrado señor González Cobos, defensor del José Manuel, y por tanto que fuera responsable de delito.
La sesión fué secreta por razones de moralidad, y por esta circunstancia nos abstenemos de hacer más reseña del asunto. Terminó el juicio por sentencia absolutoria para el José Manuel Sánchez Valero, con declaración de las costas de ofido, porque el Jurado dictó veredicto de absoluta inculpabilidad, conforme pretendió el defensor señor González Cobos, pero sin embargo al Jnsé Manuel debe servirle esto de lección para en lo sucesivo respetar a las mozas, si es que antes no lo hizo como Tomasa afirmaba.