En viaje de propaganda para la Unión de Labradores, vinieron por aquí hace poco los señores del Teso, Cobaleda, Cuadrado y García Puente, y no sé qué impresiones llevarían. Lo que sí se me dijo, es que hablaron bien y que el público que les oyó salió convencido de sus razonamientos. ¿Pero habrán obtenido u obtendrán resultados prácticos? Porque aquí, y aún podría decir que en todos los pueblos, es mucha la apatía que reina para esto. Se persuaden, sí, las gentes de que la unión es fuerza y de que con ella podrían llegar lejos. Pero vienen luego las suspicacias y recelos, viene el ejemplo de otras asociaciones fracasadas, vienen las fábulas ó historias de quien por ellas buscó su medro, y ni un paso más. ¡Quietos, quietos! Y con esa quietud, no ven los labradores que se quedan atrás, y que otras clases, y aun la misma suya de otros países, se les adelantan en ios caminos del bienestar y del progreso. Hay, pues, que fustigarlos para que se asocien y para que dejen de figurar como reacios, y á eso tiendo; pero como en sus pesimismos tienen también mucha parte de causa otras clases y otros elementos, quiero también poner las cosas en su lugar y defenderlos. ¿Que el labriego es rudo y desconfiado de suyo? Claro que sí, pero es porque quien podía y debía hacerlo de otro modo, le ha obligado á serlo. En cambio, posee la cualidad de observador, y él ha visto á su alrededor sociedades industriales ó agrícolas que se derrumban o llevan vida lánguida por incuria, ineptitud o fines torcidos de los directores, o por simples desaciertos. Ha visto en ellas y en otras entidades como municipios, juntas, comisiones, etc., posponer siempre los intereses generales a los particulares de quienes manejan el cotarro. Ha visto que el capricho, la pasión y la envidia sen incentivo a veces para obrar en el seno de ellas, y que hasta se mezclan en sus asuntos, en ocasiones, las miserables rencillas de bando o de partido. Ha visto, por fin, que el individuo que tiene y puede o puede porque tiene, es quien se lleva la batuta en todo sin necesidad de asociaciones, y saca de todo ello su consecuencia. A qué alistarse en una sociedad que él no va a administrar directamente? ¿No se expone, acaso a perder su dinero? El sabe que existen, porque se lo han dicho, almas generosas en otras partes que trabajan con celo e inteligencia por el bien de los otros, y que por él sacrifican hasta el suyo propio. Pero esto será allá en Inglaterra, en Francia, en Bélgica... Por aquí él no ha visto nada de eso, y a lo que ve se atiene. Y lo menos malo que ha visto es el egoísmo... Así piensa el labriego y hay que destruir su modo de pensar; pero con hechos. Esta es misión de las clases directoras por capital, ciencia y gobierno. A aquél hay que decirle; "Asóciate porque poco expones y tal vez aciertes"; pero a estas como más responsables, hay que dirigirlas los denuestos siguientes: "Si los labradores son desconfiados, egoístas y huraños, es porque vosotros los hables hecho ser así. Ellos serán buenos, años después que vosotros lo seáis y cuando se lo tengáis sólidamente demostrado. Y para esto tenéis que caminar delante de ellos fomentando riqueza con la vuestra, derramando la cultura que os sobra y enalteciendo los dos más grandes principios en que debe basarse la sociedad y que hoy, por culpa vuestra, se muestran algo falseados. Justicia y moralidad.El Adelanto 6 de abril de 1912
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17 de abril de 2012
Reunión agrícola
En abril de 1912, el corresponsal de El Adelanto en Villavieja -suponemos que se trataba de Don Dionisio el médico- mandó una extensa crónica a Salamanca en la que trataba diversos asuntos. Hoy traemos a estas páginas la primera parte de la misma, en la que al hilo de una reunión celebrada en Villavieja con miras a constituir un sindicato agrícola, el corresponsal expone sus interesantes y acertados puntos de vista sobre ese tema.
2 de mayo de 2008
El primero de mayo
Según las informaciones que nos proporciona D. Dionisio García Alonso en su libro "Villavieja. Geografía médica de este pueblo... " publicado en el año 1909 por la imprenta Alaraz y Cia. de Salamanca, la fiesta del primero de Mayo se celebraba ya en nuestra localidad a finales del siglo XIX. Existía en nuestro pueblo por aquel entonces una gran cantidad de obreros: más de un centenar de personas entre canteros y albañiles, una buena cantidad de zapateros y curtidores que trabajaban en cerca de 50 talleres de zapatería y 18 fábricas de curtidos y otro buen número de obreros agrícolas y jornaleros, .... Esta gran cantidad de asalariados propició la aparición y el asentamiento en la población de las, por entonces nacientes, ideas socialistas. Recordamos que el PSOE fue fundado por Pablo Iglesias en 1879 y que el sindicato UGT lo fue en 1888.
Sabemos que existía ya en Villavieja a finales del siglo XIX una Agrupación de Trabajadores, que socorría los accidentes de trabajo, la vejez y la inutilidad. Había fundado también una Cooperativa donde se vendían artículos de primera necesidad. Otra de las tareas primordiales de la agrupación fue promover la cultura entre sus afiliados y a tal fin se estableció una escuela de adultos, que funcionaba preferentemente durante los inviernos. De esta época, se conserva a la entrada de la dehesa, por el denominado "camino de los dulces", una piedra de granito que recuerda la celebración del primero de mayo de 1900.

Tras la guerra civil y la dictadura, se volvió a celebrar esta fiesta por los trabajadores villaviejenses. Se iniciaban los actos con una concentración en la Plaza Mayor, para marchar luego en manifestación hacia el monolito de la dehesa donde diversos representantes sindicales de CCOO y UGT pronunciaban sendos discursos reivindicativos, tras los cuales daban comienzo los actos festivos propiamente dichos: reparto de chochos y limonada, baile, juegos populares, etc, etc.
Sabemos que existía ya en Villavieja a finales del siglo XIX una Agrupación de Trabajadores, que socorría los accidentes de trabajo, la vejez y la inutilidad. Había fundado también una Cooperativa donde se vendían artículos de primera necesidad. Otra de las tareas primordiales de la agrupación fue promover la cultura entre sus afiliados y a tal fin se estableció una escuela de adultos, que funcionaba preferentemente durante los inviernos. De esta época, se conserva a la entrada de la dehesa, por el denominado "camino de los dulces", una piedra de granito que recuerda la celebración del primero de mayo de 1900.


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