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28 de febrero de 2014

Los "irlandeses"

Fotografía del Colegio de Irlandeses, publicada en 1914. Llaman la atención lo árboles que en la actualidad ya no existen. Por cierto, parece ser, que las piedras que forman la puerta, eran de granito de Villavieja.


26 de febrero de 2014

Patio de la Diputación

Fotografía publicada en 1914 del Patio de la Diputación Provincial de Salamanca. Album anunciador de las Fiestas de Septiembre de la capital charra.


20 de febrero de 2014

Casa de las Conchas

Fotografía publicada en 1914 de uno de los emblemáticos edificios salmantinos. Lo fue en una publicación titulada "Album anunciador de las Fiestas".


26 de enero de 2014

La Casa de las Conchas

Artículo publicado en La Esfera el día 8 de agosto de 1914 sobre el curioso y emblemático monumento salmantino de la Casa de las Conchas. En la actualidad es sede de una biblioteca de la Junta de Castilla y León, aunque el edifico, creemos que es propiedad de la Junta de Andalucía.

En una angosta y torcida calle de aspecto romántico y melancólico, ornada por todas parles con blasones nobiliarios y magníficas portadas de Ia Edad Media, encuéntrase la famosa Casa de las Conchas. Sus robustos y altos muros, el torreón que se levanta en forma de atalaya y las escasas ventanas y recias puertas, recuerdan tiempos de guerra en que todavía no se tenía formada una idea completa de la paz. Las conchas y los signos religiosos son el mejor testimonio de la religiosidad de aquellos valientes caballeros. Los frecuentes escudos revelan la idea que tenían de su nobleza de sangre y todo el edificio expresa la grandeza de un poderoso de la tierra.

Se construyó esta casa en el año 1512 en la calle de la Rúa, frente al Colegio de Jesuitas. y cuentase que estos ofrecieron una onza de oro por cada concha de susfachadas, con objeto de demoler la casa, como habían hecho con dos iglesias y tres manzanas de casas para hacer mayor su residencia. Felizmente para el arte no consiguieron su objeto y podemos contar con esa joya artística que perteneció en sus primeros tiempos a la familia de los Maldonados, Sres. de Barbalos, heredada después por el Marques de Valdecarzana y en la actualidad propiedad del Conde de Santa Coloma.

Las conchas que adornan este edilicio demuestran que el que lo mandó construir era Caballero de Santiago y debió hacer voto de ir en peregrinación a Compostela.

En esta casa de estilo gótico decadente hay que admirar las cuatro ventanas que interrumpen la planicie de los paredes; dos de ellas parecidas a ajimeces árabes y dos en forma de cruz. En el piso bajo son dignas de especial mención las magníficas rejas de sus ventanas, de que nos dan completa idea las fotografías que aquí insertamos.

El patio de este edificio es de estilo mixto gótico y mudejar, pues si bien en las líneas generales predomina el estilo mudéjar, mas que otrá cosa las ventanas y demás pormenores son más bien góticos, causando verdadero asombro la prolijidad y esmero en la ejecución de los detalles.

El portal tiene ancho arquitrabe, bordado de ramaje y en el campea el escudo de cinco lisos de los Maldonados, a cuya familia perteneció D. Pedro Pimentel, degollado por Comunero.

Es, en suma, este hermoso monumento, uno de los más bellos y característicos ostentados con noble orgullo por "Atenas la Chica" y digno de una detenida visita. Las estancias del soberbio palacio, que seguramente debieron corresponder en magnificencia con el exterior, con el admirable patio y con la hermosísima escalera dominada por artístico artesonado, fueron en diversas épocas modernizadas y desfiguradas, no quedando de aquella grandeza ni el más leve vestigio, lo que es bien de lamentar, pues sin duda el arte mudejar debió tener allí buena representación.

José BORRELL

 

20 de febrero de 2013

Villavieja en la Exposición de 1884


En 1884, se organizó en Salamanca una Exposición Agrícola, Pecuaria e Industrial. El pabellón utilizado fue el mismo que en la Exposición de Valencia de 1883 y fue instalado en la Alamedilla. A la misma concurrieron, que sepamos, algunos villaviejenses. Veamos lo que publicaba sobre el asunto "El Defensor de los secretarios de ayuntamiento y demás funcionarios de la administración local : Órgano de la Asociación de Secretarios Municipales de la Provincia de Salamanca" en su Número 57  del día 16 de septiembre de 1884.


EXPOSICIÓN AGRÍCOLA, PECUARIA E INDUSTRIAL, Antecedentes.
El pensamiento de la celebración de esta Exposición corresponde á D. Ricardo Torroja; la Diputación provincial pensó haberla realizado en la feria anterior; pero circunstancias especiales motivaron su aplazamiento para la de este año. Para llevarle á efecto se nombró una comisión compuesta dé los Diputados Cáceres, Torroja, González Domingo y Gil, del arquitecto señor Secall y del industrial Sr. Moneo; este último, al pasar por Valencia, vio el pabellón que servia para la Exposición valenciana y propuso su adquisición; adquirido el pabellón, la comisión empezó á trabajar con actividad, hasta dar por resultado la Exposición que vamos á reseñar, instalada en la Alamedilla, que se ha embellecido con jardincillos y calles de árboles por el Ayuntamiento.
El pabellón.
El pabellón forma una cruz de brazos iguales de 77 metros de longitud, con su cúpula en el centro; los brazos de la cruz forman cuatro calles de 20 metros de anchura y 15 de altura; y en el centro se forma una rotonda de 20 metros de elevación. El pabellón tiene cuatro ingresos, uno en cada brazo, constituidos por un arco central peraltado y dos escarzanos semimudéjares á los lados.
.....
Nave del naciente
Ala izquierda.
....

  • Un medio de suela, de Ignacio Rodríguez y otro de Antonio Rodríguez (Ledesma) 
  • Un medio de suela, una hoja de baquetilla y un becerro blanco, de Vicente de la Rúa.
  • Un medio de baqueta, albarcas, sobeo, coyundas y dos cintos, de Santiago Merchán (Villavieja).
  • Una colcha de estambre y seis servilletas de hilo, de Bernardo García (Aldeadávila).....
Centro de la nave de Poniente.
Ángulo de la rotonda.

  • Labores de la Escuela Normal y discípulas de Calatrava,.....
..... y Labores de las maestras de Cespedosa, Zorita, Villavieja y San Esteban....




1 de febrero de 2013

De pillo a pillo

Traemos hoy a estas páginas una pequeña composición de don Antonio Casero, un poeta y escritor madrileño (1874-1936), autor entre otras cosas de muchos sainetes. Ignoro si tenía alguna relación especial con Salamanca, pero lo cierto es que varios de sus relatos tienen como base tipos de esta Tierra Charra.

La poesía que ponemos a continuación fue publicada en "La Actualidad Española y Americana" el 30 de diciembre de 1906.


SALMANTINAS.
DE PILLO Á PILLO.

—¿Osté ha visto bien la alhaja?
¿Osté ha visto este caballo?
¿Le ha visto osté bien, amigo?

—¡To! ¿Que si li he visto? iClaro!...

—Y ¿qué tal?

— Que el probecete
está güeno pa engórdalo,
pos debes aliméntale
Con aliluyas. ¡Mía c'asco,
chacha; si paece un fosil!

—Sí que lo paece, chacho.

—Pásele osté p'alimentos.

— Anda, y mantenle tú, hermano.

—¿Osté ha visto una fegura
más esberta y de más garbo?

—¡Unda si la he visto!

—¿Onde
la ha visto osté, so cristiano?

—El alguacil de mi pueblo
está mucho más delgao,
y tié de alhaja la mesma
pinta que tú d'Archipámpano.

—¿Y la montura? ¿Osté ha visto
montura de más cintajos?

— Sí que li has puesto unos artes
que no los víde más guapos,
ni por tierra de Sequeros,
ni d'Alba.

—Diga osté, charro,
¿que me da osté por la alhaja?

—Ni un petillo de los malos.

—¿Osté destingue de bestias?

— ¡To, chacha! Dile al gitano
si destingo ú no destingo
d'animales.

—¡To! Pos claro.


— Osté perdone, señora:
p'animales, yo y mi hermano,
que, dende asín de chequitos.
andamos entre er ganao.

— Sí; pero pa cerdos, este
servidor y el secretario;
yo, si tú fueses cochino,
pronto te echaba el mi fallo,
y te acertaba el tu peso
sin marrarme ni en un canto.

— ¿A que no me asierta osté
lo que yo peso?

— Tú, chacho
en bruto, pesas lo menos
sesenta kilos escasos.

—¡Justito!

—A la que te vide,
lo barrunté sin reparos:
tú, en bruto, pesas sesenta.

—Y diga osté, don Gervasio,
der caballejo, ¿e'hacemos?

—Pos chico yo, deséalo
que engorde.

—¿Me quié osté dar
por er sien pesetas?

—¡Vamos,
miá que eres gromista!

—Misté,
er bicho vale, tirao,
tres mil riales; pero, cosas
der mundo: too está mu malo
y no se vende naíta,
y er peñascaró está caro,
y en casa hay seis churumbeles
que tragelan, y, en fin, vamos,
si osté se lleva este bicho,
mañana mesmo ú pasao
manda osté un tilifoniema
disiendo; "Contento jaco;
no hay provinsia Salamanca
mejor animal. Gervasio".

—Me llamo Zoilo.

—Pos Zoilo;
Me da lo mesmo pa er caso.

—Déjame á mí de belenes,
Y si quiés candar el trato,
Te doy veintidós pesetas,
Y al pueblo con él.

— Hermano,
¿Osté sabe lo que ha dicho?

—¡Toma si lo sé; pa chasco!

—¿Veintidós pesetas esto?
Si lo viese un anticuario.
me endiñaba una fortuna
pa en seguía disecalo
y vendelo a cualisquiera
Como si fuese er caballo
der Don Quijote.

—¿Lo vendes
u no lo vendes?

—Despasio:
Si osté tié gusto en llevarse
er bicho, pa rematalo,
y pa que no diga osté
ni pío, saque osté er fajo
de los billetes, y afloje
uno de sincuenta, y largo,
y no diga osté palabra,
u sonsoniche en gitano....
Pero ¿ande va osté, buen hombre?
¡Ascuche osté, señor Braulio!
¡Venga osté acá, don Matías!
¿Por qué sale osté pirando?.....

—Hombre, como tú m'has dicho,
u yo al menos lo he escuchao,
Que no dijera palabra
u sonsoniche en gitano,
pus, velayle, no ho querío
desatender tu mandato.

—¿Osté qué ofrece?

—Yo te ofrezgo
cinco duros, y, arreglaos;
y sí tú me lo das, venga;
y si no, pus ¡de verano!
yo me voy pa la mi casa
a ver a los mis garrapos,
y tú te quedas con esa
bacalá, y a despachalo
bien y pronto.

—Miste, amigo,
me ha sío osté mu simpático,
y, vaya, llévese osté
ahora mesmito er caballo;
pero—¡por su maresíta! —
cuídele osté, don Gervasio,
miste que e como si fuera
de mi familia: ¡arrastrao
me vea, si no me vale
una enfermeá este jaco!
¡Miste cómo estoy sufriendo!
¡Miste cómo estoy llorando!
¡Probesito de mí alma!
¡Cuídele osté, don Gervasio!

—Toma ese billete!

—¡Venga!
Y muchas grasias, hermano,
y Dios le dé á osté salú
pa tenelo muchos años.
¡Adiós, vía de mi vía!
¡Adiós, presiosismo, encanto!
¡Deje osté que le dé un ósculo!.....

—¡Adiós, amigo!

—¡Adiós, charro!
...........................................

—¡Gracias á Dios que endiñé
ese anima, que e más malo
que un hambre; ¡mardito sea!
¡La coba que me ha costao!
¡Valiente perro vendí!

...........................................

—Oye, chacha.

—¿Qué quiés, chacho?
¡Que por fin hemos podio
pasar el billete falso!


ANTONIO CASERO

 

11 de octubre de 2012

Concurso de belleza

No penséis que lo de los concursos de belleza es una cosa más bien moderna y reciente. No. Ya los había hace cien años. ¡Hasta en Salamanca! Aquí tenemos la muestra. Con ocasión de las fiestas de Septiembre de 1912 la Sociedad de cultura "Juventud Excursionista" programó entre otras cosas un concurso de belleza. Hemos tenido la suerte de encontrar los nombres de las afortunadas ganadoras y también sus fotografías publicadas por Mundo gráfico.

 

9 de octubre de 2012

Torre del Clavero

Traemos hoy otra Ilustración de Francisco Javier Parcerisa (1803-1875) para la obra Recuerdos y bellezas de España. Representa la Torre del Clavero de Salamanca.

Y a propósito de dicha torre. En 1915 publicó el semanario ilustrado La Esfera una leyenda salmantina escrita en verso relacionada en parte con dicha torre. Es la siguiente:

EL CRISTO DE LOS AGRAVIOS
(LEYENDA SALMANTINA)


En tarde libia y riente,
de fresco y florido Mayo,
después que nubes plomizas
enturbiaron el espacio,
salió el Sol, luz y alegría
por doquiera derramando.
Quieta la ciudad que á Roma
emuló por sus palacios,
marcha en un soberbio potro
doncel gentil y gallardo,
en los torneos y ciencias,
tan valiente como sabio,
henchido de gozo el pecho,
por querer y ser amado,
entero el mundo parece
se le ha rendido á su paso.
Llega al trote á una plazuela
de verde espaciado campo
donde se levanta enhiesta
la torre que, dominando
de la muralla el recinto,
del Clavero la han llamado.
Apoyado en un alféizar,
ve de su adorada el brazo,
de elegante y fino escorzo,
hecho de jacinto y nardo;
son cual la granada abierta
sus mejillas y sus labios,
y tan bellos son sus ojos,
que es su mirar un halago,
y al cielo envidia le causa
verse en ellos retratado.
Caen en su frente los rizos,
cual de dos haces los rayos,
que forman rubias guedejas
en sus hombros descansando.
Al pasar pica de espuela,
vibra el eco de los cascos,
y espera con el sombrero,
de frescas flores el ramo
que arroja todos los días
aquella dama á su paso.
Mas es inútil empeño,
esta larde espera en vano,
porque la niña no vuelve,
que la ventana ha cerrado.
Detiene, loco, impaciente,
á su nervioso alazano,
y aunque tres veces se aleja,
tres se vuelve suspirando.
Ya no se siente orgulloso
al trote de su caballo,
sino que ve en todas partes
la sombra del desengaño.



Si el galán sufre desvíos,
también doña Carmen pena,
ya que entretanto en la torre,
que escudos nobles ostenta,
donde guardaban las llaves
de la ciudad fortaleza,
la fuerte voz de don Diego
en los ámbitos resuena,
y con tonos de amargura
la dice de esta manera:
«He visto ya de don Lope
con sus armas y sus señas,
en la que hiciste primores,
una bordada leyenda.
Mas, hija mía, te advierto,
por si le estimas de veras,
que el único hombre ha sido
que me ha humillado en la tierra,
y, antes que con él casaras,
prefería verte muerta.»
Como conoce del padre
el carácter y entereza,
sin replicarle palabra
buscó alivio á sus querellas.



Cuando el luminar del día
remontó por el ocaso,
fue doña Carmen al Cristo
llamado de los Agravios,
y, en su presencia, de hinojos
le decía sollozando:
«Si ante tu pasión quisiste
que el dolor fuera menguado.
Siendo yo mujer y débil,
¿cómo podré sufrir tanto?
Ya que al golpe del martillo
crujieron tus pies y manos
y brotó sangre preciosa
de la herida del costado.
Por amor todo lo hiciste,
sé mi guía en este caso.
Llevo dentro de mi pecho
la imagen de mi adorado;
por vivir su vida vivo,
y sólo tengo el encanto
de ver la luz de sus ojos
y disfrutar del regalo
que sus acentos me causan
cuando le escucho á mi lado.
Tengo un padre tan severo
como completo hijodalgo,
y quiere que con justicia
dirija siempre mis pasos;
de sus amores me priva
por los que tanto he penado.
¿Obedezco mi capricho?'
¿Obedezco su mandato?»
Y al decir que si seguía
los paternales dictados,
la cabeza de aquel Cristo
se nimbó de claros rayos,
adquirió vida su rostro
por el dolor contristado
y la giró sobre el cuello
hasta su pecho bajando.
La niña, toda aturdida,
se llenó de horror y espanto,
cayó al suelo sin sentido
como presa de un desmayo.


Ya es la vida de la dama
para don Lope un misterio,
ni ve su expresión risueña,
ni ve su cara de cielo,
é ignora cuál es la causa
de inesperados desprecios.
Mas si le abrasa el cariño,
más le devoran los celos;
pero sabida la escena
del milagroso portento,
esperó hasta que la noche
tendiera su manto negro,
á fin de que las tinieblas
encubrieran sus intentos.
Hacia la ermita del Cristo
dirige su paso incierto;
fuerza la puerta con rabia
en que se enciende su pecho.
Al sentir de aquella estancia
el religioso silencio,
se intimida y acobarda
en sus torcidos deseos.
Mas lleva la obsesión fija
de los amargos despechos
y de un salto sobre el ara,
sin temor al sacrilegio,
con sus esfuerzos arranca
aquel bendito madero,
cayendo sobre las losas,
entre horrísonos estruendos.
Enajenado y confuso
ó por sus delirios ciego,
deshace con golpes de hacha
aquel sacrosanto cuerpo
y busca en la paz del campo
descanso de sus tormentos.



Vagaba solo, indeciso,
por los montes y cañadas,
mas el fragor de los truenos
su conciencia torturaba,
creyendo oir el crujido
de los golpes de su hacha
con que deshizo la efigie
en aquella noche aciaga.
Y figuraba su mente
ver una cruz retratada
al fulgor de las centellas,
entre arreboles y llamas.
Clavado el cuerpo de Cristo,
abiertas las cinco llagas
y otras heridas que él hizo
en la imagen veneranda.
De sí mismo huir quería
con aullidos y alharacas,
y cuentan los campesinos
que las noches se pasaba
delante de un Crucifijo,
arrodillado á sus plantas,
después único consuelo
de su vida desdichada.


Mariano de SANTIAGO CIVIDOÑES
Salamanca


 

7 de octubre de 2012

Torre del Clavero

Reseña y grabado de la Torre del Clavero publicado en El museo universal : periódico de ciencias, literatura, artes, industria y conocimientos útiles... el día 8 de abril de 1860.

 

LA TORRE DEL CLAVERO.

Entre los muchos monumentos que por do quier se encuentran en la ciudad del Tormes, aquella población que tanta fama logró adquirir por su célebre Universidad, en la cual llegó a tener hasta quince mil estudiantes, llama la atención del viajero un antiguo torreón que formaba parte de la casa de los Sotomayores, señores de Baños, situada en la calle del Consuelo, parroquia de San Justo.

No era el único a la verdad que alzaba su parda mole en aquel punto; otros varios pretendían rivalizar con él en esbeltez y fortaleza, como sucedía con el del palacio de Abrantes, los cuatro de la casa solariega de los Castillos, que a ella daban nombre, pues se la conocía con el de las Cuatro Torres, y en la calle de Herreros el que levantó Antón Nuñez de Ciudad-Rodrigo, señor de Terrados.

Sin embargo, de todos ellos solo existe el de Abrantes, pero sin que pueda competir su secular aspecto con el del Clavero, cuyo grabado damos en este número. Construido en la sangrienta época de los bandos de Salamanca, aquel triste período en la historia de la ciudad, que convirtiéndola toda entera en los dos grandes partidos de Manzanos y Monroyes, encastilló las moradas y enrojeció casi diariamente con sangre de hermanos las calles de la antigua Salmántica, bien deja conocer en sus laboreados tambores, y en la disposición de toda la fábrica, la segunda mitad del siglo XV en que se levantara.

Del Clavel la llama el vulgo, a la verdad con poco acierto, corrompiendo su verdadero nombre del Clavero que llevaba desde muy antiguo, por haberlo mandado edificar don Francisco Sotomayor, clavero de la Orden de Alcántara. Su forma prismática de ocho lados, bien revela el objeto de su fábrica, y que temerosos sus dueños de los continuos combates que estaban obligados a sostener, quisieron presentar en todas direcciones inexpugnable frente a sus enemigos defendiéndose, ó fácil medio por cualquier lado para la ofensa. La constante tradición del país, designa esta torre como la prisión que tuvieron los indignos asesinos de la célebre desgraciada doña Inés de Castro; y ya por esto, ya por el venerable carácter de antigüedad con que se alza majestuosa sobre los caseríos cercanos, corno mudo testigo de la pasada historia, se ha visto respetada hasta el día por la destructora piqueta de nuestro utilitario siglo.

¡Quiera el cielo que no parezcan bien sus sillares para empleados en modernas obras, ó que el cálculo matemático no se fije en resolver el problema de lo que pudieran valer vendidos sus materiales! Por fortuna si así aconteciese, lo cual a la verdad no seria muy extraño, queda su memoria, su exacta copia y su medida en la escuela especial de arquitectura, por cuyos aventajados discípulos fue medida y copiada en la expedición artística, que con tanta gloria suya como provecho para el arte, hicieron en el año 1854. Deseosos también nosotros de perpetuarla la presentamos en el grabado que acompaña, pues es de temer que no muy tarde los planos de aquellos y nuestro dibujo sea lo único que reste de la antigua torre del Clavero.

 

5 de octubre de 2012

Convento de San Esteban

Otra ilustración de Francisco Javier Parcerisa (1803-1875) para la obra Recuerdos y bellezas de España. Convento de San Esteban de Salamanca.

 

30 de septiembre de 2012

La Torre del Gallo


Ilustración de Francisco Javier Parcerisa (1803-1875) para la obra Recuerdos y bellezas de España. Representa la Torre del Gallo de la Catedral Vieja de Salamanca.

 

 

28 de septiembre de 2012

Ábside del convento de dominicos


Ilustración de Francisco Javier Parcerisa (1803-1875) para la obra Recuerdos y bellezas de España. Representa el Ábside del Convento de dominicos, visto desde las Calatravas (Salamanca) (1865)

 

13 de julio de 2012

El palacio de Garcigrande

Traemos hoy a estas páginas un precioso artículo del prolífico escritor y periodista José Sánchez Rojas publicado en La Esfera el 22 de marzo de 1930. Trata sobre el Palacio de Garcigrande, otro de los edificios platerescos de nuestra capital, ocupado en la actualidad por las oficinas centrales de la que fuera Caja de Ahorros de Salamanca (Caja Duero) y que con esto de las fusiones bancarias por mor de la crisis económica actual ha terminado en brazos de la andaluza Unicaja.

 

 

SALAMANCA EL PALACIO DE LOS GARCIGRANDES

Cuenta Bell en su preciosa monografía sobre la historia del Renacimiento español, que cuando el Padre Francisco Vitoria explica sus lecciones de derecho de gentes en la Escuela, y Fray Luis de León profesa de agustino y acude á las aulas en los primeros cursos, se inicia el arte plateresco en la roja ciudad del Tormes. Se labran entonces las fachadas de Sancti Spiritus, de San Esteban y de la Catedral nueva; acaban de decorar Monterrey y se construye esta casa de los García Grandes, llamada después de los Garcigrandes por haberla adquirido los Espinosas, que llevan aún en nuestros días el vizcondado de este nombre, en plena calle de Zamora, á la vera del corazón de la ciudad.

Esta preciosa casa plateresca, con sus escudos, sus ventanales, su portal y sus graciosos medallones, coge ya á Salamanca en pleno Renacimiento. Sería curioso estudiar, siguiendo las indicaciones del notable investigador de la vida y obras de Fray Luis de León, estudiar si en Salamanca fue el cuadro antes que el marco ó éste primero que aquél. Se plantearía así el curioso problema de si el ambiente de la Escuela forjó el de la urbe, ó el de la urbe el de su estudio. Posiblemente, las dos transformaciones son coetáneas y paralelas, y obedecen al mismo ritmo espiritual de las gentes. El precioso balcón esquinado de este palacio y la ventanita del plano inferior, situadas en el lienzo lateral, hoy profanado por canalones y palomillas, sus hermanos gemelos deotros huecos de casas contemporáneas. El gótico se va asalmantinando, hasta que asoma el plateresco en toda su pujanza. Y el plateresco es el comentario que hace la piedra, obediente y roja, á las inquietudes renacentistas de la ciudad. Solamente ante estos primores pueden escribirse la oda á Salinas sobre la música y las páginas admirables de La perfecta casada. Se adivina que, fatalmente, necesita de este escenario el agustino para forjar los jalones de su severidad espiritual.Y hasta que estos palacios no se levantan por todos los barrios de la ciudad, hasta que no se termina el artesonado de Sancti-Spiritus, hasta que los dominicos —enemigos naturales en la Escuela de los agustinos— no acaban su solemne morada de San Esteban, hasta que los arquitectos y decoradores no dan fisonomía á las portadas de la Catedral y á los dragones y quimeras de las cornisas de Monterrey, Salamanca no sabe comenzar una vida intensa é inquieta en su estudio.

Salamanca cuenta ya con diez mil escolares y toda la ciudad es una prolongación de su Academia. Estos palacios se construyen para que los habiten estudiantes ricos, seguidos de su corte de capigorrones hambrientos que tapan con sus capas cortas la parvedad y sotileza de sus vestidos y muestran en la cuchara del chapeo la necesidad de comer caliente antes de filosofar despacio, Y en Salamanca pudo el lazarillo engañar al ciego, hurtándole vino de la bota, tapando con bolitas de ceralos remiendos de la bota. De un lugar cercano á Salamanca hace proceder Cervantes a Cortadillo, rey de la tahurería y príncipe del robo y de la martingala. La Escuela es también refugio de la picaresca, y sus estatutos son tan democráticos y tan tolerantes, que todo el mundo tiene derecho á penetrar en las aulas, á contender con los maestros y hasta á fingirse escolar, oficio que tiene más privilegios que obligaciones.

El que sabe tañer una vihuela ó soplar en una gaita zamorana, instrumentos que tanto temía aquella tía fingida de la donosa Esperancita, no necesita de otras habilidades para justificar su oficio. Estas casas grandes, como los Colegios, como los Conventos, habitados también por estudiantes de mejor condición, sin su cocina al aire libre en los días inciertos. No se consume más carne que la de carnero en la ciudad, y las truchas del ríoTormes y las alubias de Arévalo, y no digamos nada de las famosas empanadas del figón ó tasca del Humilladero son manjar reservado para los titulares de los Colegios Mayores y para los hijos de los magnates.

El sol de Salamanca, que dora y enrojece la piedra de la casa de los Garcigrandes, es el mejor remedio para tantos males. Muchas veces es una mujer, la que por oír en buen romance una sátira de Marcial ó un canto suave del cisne de Mantua, socorre al necesitado.

La casa de los Garcigrandes aparece en Salamanca cuando su Estudio vierte su espíritu renacentista é inquieto por toda la ciudad. Se alza en una preciosa Plazuela salmantinísima y traza las elegancias platerescas al barrio de los labradores y forzados de la tierra.

Este palacio, como casi todos sus hermanos, se ha ido plegando de mal humor a las necesidades de los tiempos. Abandonado de sus dueños, fue casa de banca y hoy sirve de abrigo á varios vecinos á la vez, pero no ha logrado perder su prestancia y su alegría y desde la mañana á la noche recibe los besos y Ias caricias del sol, que lo ha dorado y enrojecido.

Caminando hacia el centro de la ciudad, hacia la Plaza, súmanse ya la zona barroca y churrigueresca de la ciudad, que tiene también su encanto. En la ciudad del Tormes, los arquitectos de las postrimerías del siglo XVII y del siglo XVIII no saben estar ociosos, y sus labores detallistas, cargadas y opulentas, conciertan con el tono burlón de don Diego de Torres Villarroel, y con las trovas artificiales de los Arcades bobos que debaten en el zaguán endiablados diálogos de amor libresco y de galantería forzada con sus Cloris fingidas y sus Batilos no menos fingidos y engañosos.

JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS

 

10 de julio de 2012

Convento de San Esteban

 

Imagen de la portada del Convento de San Esteban de Salamanca vista desde los jardines existentes en la confluencia de las calles San Pablo y San Buenaventura. Tomada el 21 de Abril del presente año.

... La portada de la iglesia es uno de los más bellos ejemplos de plateresco. Está concebida como portada-retablo formando un arco de triunfo bajo cuya bóveda de medio cañón se despliega la abundante decoración carcterística del estilo. En su centro se representa el martirio de San Esteban y por encima un Calvario, relieves ambos ejecutados por Juan Antonio Ceroni a comienzos del siglo XVII.El pórtico, compuesto por arcos de medio punto, está inspirado en las logias renacentistas italianas, contrastando su escueta ornamentación con la exuberancia decorativa de la fachada de la iglesia. Fue realizado por Juan Ribero de Rada entre 1590 y 1592, pero los medallones de las enjutas son obra del escultor Martín Rodríguez....

(Wikipedia)

 

8 de julio de 2012

Palacio de Monterrey

El Palacio de Monterrey de Salamanca (España) es uno de los edificios más representativos del estilo artístico plateresco en España. Es propiedad de la Casa de Alba.

El Palacio de Monterrey, situado en el centro de la ciudad de Salamanca, lo hizo edificar -en estilo del renacimiento italiano- don Alonso de Zúñiga y Acevedo, III conde de Monterrey. Rodrigo Gil de Hontañón y Fray Martín de Santiago esbozaron los planos del palacio, y Pedro de Ibarra y Pedro de Miguel y Aguirre empezaron la construcción el 18 de enero de 1539. Desde entonces se convertiría en una de las obras más representativas del renacimiento español, si bien es un edificio inacabado pues su proyecto completo era mucho mayor. Su imagen (con torres y decoración suntuosa) simboliza la gran nobleza del Siglo de Oro español.El proyecto preveía un edificio de planta cuadrangular y un patio central, con torres en cada esquina y en el centro de cada ala. Al cabo no se construyó más que una de las alas, la del sur. En las esquinas, leones y animales oníricos sostienen escudos con las armas de los Zúñiga, Acevedo, Ulloa y Fonseca.Siendo una de las propiedades principales de la Casa de Alba, este edificio alberga valiosas obras de arte. En él se identificaron dos cuadros de paisaje como originales del pintor valenciano José de Ribera; están fechados en 1639 y son los únicos ejemplos de paisaje independiente de toda su producción. También se hallan aquí el cuadro Jasón con el dragón, de Salvatore Rosa, y otra obra atribuida a Annibale Carracci. De todas formas, el grueso de las colecciones ducales se custodia en el Palacio de Liria de Madrid.El Palacio de Monterrey ha influido notablemente en múltiples edificios españoles de los siglos XIX y XX, como las torres del Palacio de la Diputación de Palencia, obra de Jerónimo Arroyo de 1916.En la actualidad no se encuentra abierto al público.

Wikipedia

 

22 de junio de 2012

Torre del Gallo

Fotografía de una parte de las catedrales salmantinas en la que podemos observar la denominada Torre del Gallo, el espectacular cimborrio de la Catedral Vieja. Una verdadera obra de arte. La imagen la tomé el pasado 21 de abril de 2012, en el transcurso de una visita que unos parientes brasileños realizaron a nuestra provincia. Por cierto, usé mi iPhone. Cada vez me estoy convenciendo de que toma bastantes buenas fotos.

 

10 de abril de 2012

Sin Semana Santa

 A punto estuvieron los salmantinos de quedarse sin procesiones de Semana Santa hace ahora cien años. Así lo contaba El Adelanto a comienzos del mes de marzo de 1912:

Sin Semana Santa

Es decir, sin procesiones de Semana Santa. ¿Qué les parece a ustedes la noticia? Yo no me atrevo a asegurar que este año no haya procesiones de Semana Santa, pero sí me atrevo a decir que he oído a los mismos cofrades de la Cruz manifestar temores de que este año no haya procesiones en Semana Santa. Qué ocurre, preguntarán algunos lectores que han vista salir año tras año la procesión del Entierro y a quienes seguramente ni se les había ocurrido que llegara un año sin procesión. Ocurre lo siguiente: Hace algún tiempo la cofradía de la Vera Cruz, citó a una reunión a las personas más caracterizadas de Salamanca por su significación y sus ideas religiosas. En la reunión se habló de dar gran esplendor a las fiestas de Semana Santa de este año. Hicieron uso de la palabra muchos de los reunidos, expresándose todos en el mismo sentido; en el de que hacía falta preparar algo extraordinario para este año. Por las reseñas oportunamente publicadas, pudieron enterarse los lectores de EL ADELANTO, de que allí se habló de la necesidad de dar gran esplendor al culto y de atraer forasteros a Salamanca. Dará una idea del espíritu y los deseos de los reunidos, el recordar que en aquellas reuniones se habló de hacer nuevos pasos que se quería encomendar a artista de tanta reputación como el laureado Benlliure. Con objeto de allegar fondos para los gastos que se originaran, se nombró una comisión que se encargara de solicitar recursos por cada parroquia. A propuesta de uno de los reunidos se acordó por unanimidad, que los párrocos de Salamanca fueran presidentes de dichas comisiones y que acompañados de ellas visitaran a las personas devotas Con tan buenos elementos, todos esperamos que los resultados fueran satisfactorios. Llega el domingo último, y los periodistas nos encontramos con una invitación para la junta que se celebraría aquella tarde, A las cinco, hora señalada en la invitación, me fui a la Cruz. Por el camino, involuntariamente iba yo fantaseando sobre lo que se diría, y aunque refrenando la imaginación me parecía mucho haber reunido la suma que Benlliure exigiría por un paso, sí creí que hubiera reunido algún dinero. Él señor Benito Paradinas abre la sesión y dice poco más ó menos: "El domingo último, la hermandad de la Vera-Cruz celebró la junta anual, para acordar lo referente al novenario de los Dolores y a las procesiones de Semana Santa. E l novenario ya está acordado, pero lo referente a las procesiones se dejó en suspenso hasta ver lo que resultaba de esta junta, en la que yo invito a hablar a los que formaban parte de las comisiones elegidas^ A l terminar de hablar el presidente, habla uno de los comisionados de la parroquia de San Sebastián y dice que no han reanudado nada» El de San Juan de Sahagún dice lo mismo, y lo mismo el de Sancti- Spíritus y el de San Martín. El señor Montero (don Juan), dice que la comisión de que él formaba parte ha recaudado cinco pesetas y que han ofrecido tres cincuenta. Adiós paso de Benlliure. Todos dicen que así es imposible hacer nada. No termina ahí todo, sino que don Lorenzo Iglesias, presidente de la hermandad de paso, dice: "Yo no dispongo hoy más que de setenta y nueve hombres, y con esos solos no me comprometo a sacar la procesión,,. ¿Qué hacer? Cuando me preparaba a abandonar el local, echando un velo sobre lo oído, los reunidos hablan de la prensa y me piden directamente que hable dé esto. No me acusen ustedes, pues, de aguar la Semana Santa. Hablo de esto accediendo a los deseos de los reunidos en la Vera Cruz, que no se puede tachar de indiferentes. ¿Qué piensan las personas devotas de esto que digo? ¿Qué piensan comerciantes e industriales? Piensen por lo menos que urge la contestación.


JUAN DE SALAMANCA

9 de marzo de 2012

Servicio de automóvil

Hace ahora cien años se estaban dando los primeros pasos para el establecimiento de una linea regular por automóvil de viajeros entre Vitigudino y Salamanca que sustituyese a la anticuada, obsoleta y lenta línea de diligencias a caballo. El otro medio de comunicación entre las mencionadas localidades era el tren. Desde Salamanca hasta Villares, Villavieja o Bogajo y luego ya por carretera (camino vecinal) hasta Vitigudino. En 1912 se dan, como hemos indicado anteriormente, los primeros pasos para establecer el mencionado Servicio de Automóvil.

SERVICIO DE AUTOMOVIL


Los señores Aparicio y Hernández, representantes de la sociedad constituida en Vitigudino para la explotación de la linea de automóviles que se intenta implantar, han adquirido un magnifico auto de la Hispano Suiza, un coche de último modelo, capaz para doce asientos y lujosamente concluido en el interior.
El automóvil será entregado en los primeros días de mayo, cuando se hayan realizado las reformas que los compradores exigen, y en esa fecha comenzará a circular en el trayecto de Vitigudido a Salamanca.


Mucho nos complace la feliz iniciativa de los vecinos, y deseamos que escaseen las "pannes" y se multipliquen los dividendos.


La Ciudad, 16 de marzo de 1912




27 de enero de 2012

Sugestión

Traemos hoy una historieta publicada en el Adelanto hace ahora unos cien años. Parece ser que se trató de algo real. Una broma tramada por unos amiguetes. Según el autor del relato, por entonces a los salmantinos se les conocía como los "andaluces de Castilla".

Sugestión

Fué en Salamanca donde ocurrió esto que voy a contar. Los artesanos de mi ciudad han tenido siempre fama, a lo menos entre nosotros mismos, de graciosotes y chungones. Por algo se ha dicho más de una vez que los salamanquinos somos los andaluces de Castilla. Algo sin duda se va modificando el carácter, como se modifica todo, pero en los tiempos a que voy a referirme, los de mi infancia, estaba, por decirlo así, en toda su plenitud.

Por entonces subsistían todavía muchos apodos que han ido desapareciendo, porque no hay ya aquella manía por ellos, que parece propia de los pueblos pequeños, y en Salamanca, con la mitad de habitantes que ahora tiene, se vivía como en familia. Al "héroe" de mi historia se le apodaba Geras. Su nombre propio y su apellido, si mal no recuerdo, eran Antonio Alvarez, y aun creo recordar también que tenía no sé qué parentesco con la familia del músico Felipe Espino. Geras era carpintero de oficio, pero de posición algún tanto desahogada; su principal ocupación era construir obras por contrata.

¿Y quién no conocía a Geras? Era grande, como yo creo que la de todos los vecinos de la ciudad oor aquella fecha, su popularidad. Yo le recuerdo bien: de baja estatura, algo rechoncho, jaquetón...

Sucedió, pues, que una mañana, al dirigirse el maestro Geras a la obra, no bien salió de su casa, se encontró con otro artesano, que al darle los buenos días le detuvo, diciéndole:
—¿Qué te pasa, Geras? ¿Estás malo?
—No—contestó Geras —¿Por qué?
—Habrás pasado entonces mala noche. Tienes muy mala cara
—Pues no me pasa nada. He dormido bien.
—Bueno. Me alegro. Adiós.
—Adiós.
No bien había andado el señor Antonio algunos pasos, al volver una esquina, se encontró con otro amigote.
—Buenos días, Geras —le dijo— ¿Se va a la obra?
—Sí. ¿Y tú, al trabajo?
—También... Pero, oye, ¿has estado malo? ¡Vaya una cara que tienes! A tí te ocurre algo...
—No, nada.
—Pues cualquiera lo diría—. Vaya, que te alivies...
—Adiós.

Geras comenzó a preocuparse y acaso a darse tentones por todo el cuerpo, por si algo le dolía, pero continuó andando hacia la obra. En otra calle se encontró con un tercer compinche.
—Adiós, Geras.
—Anda con Dios.
—¿Cómo sales así de casa?
—¿Por qué lo dices?
—Hombre, porque tienes cara de desenterrado. Así no debieras ir a trabajar. La salú es lo primero.
—Pero si no me duele nada...
—Pues nadie lo diría. Entonces es que has andado de parranda... —Tampoco.
— Pues mira, cuídate, que esa cara es de cualquier cosa... Adiós.

Geras no resistió más. Se sintió enfermo en aquel momento. Le dieron náuseas y mareos, o le pareció a él que le daban. Se volvió para su casa y le dijo a su mujer, que se alarmó al verle, que se sentía malo, muy malo, y hasta creo que se metió en la cama. Y todo ello había sido una broma de los amigos, que se habían puesto de acuerdo para dársela. Un verdadero caso de sugestión, aunque es seguro que los artesanos salamanquinos de aquel tiempo no conocían el fenómeno, ni aun la palabra.

RAMÓN BARCO

25 de enero de 2012

Iglesia de San Marcos

Traemos hoy a este blog dos fotografías antiguas de la iglesia de planta redonda de San Marcos en Salamanca. En la segunda de ellas podemos observar como ha desaparecido la construcción adosada que se aprecia en la primera de ellas.