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18 de enero de 2014

Robo de gallinas

Estamos en 1901. A finales de primavera. Y los amigos de lo ajeno, quizás azuzados por el hambre, deciden apropiarse de algo bastante común en aquellos tiempos. Animales. En nuestro caso, gallinas. Veamos la noticia de este robo tal y como la contaba El Adelanto


En la noche del domingo último se efectuó en Peñaranda un robo de gallinas, en la corraliza propia de don Juan Antonio Rodríguez. Los que le llevaron acabo, tuvieron que saltar las tapias y penetrar en la corraliza, en donde cogieron nueve gallinas.
Debajo de un tenadón, dejaron una vela encendida, y gracias a hallarse húmedo el techo de retama, no se incendió éste.
Resulta curioso lo de la vela, ¿verdad? ¡A saberse la intención de los que la dejaron! Presumiblemente provocar un fuego que ocultase el robo, pero.... ¡también cabe la posibilidad del agradecimiento! Una velita y una oración....
Y otra cosa. sabiendo como sabemos lo "aljamareras" (bonito término charro) que son las gallinas, mucho nos tememos que salieron de allí con el cuello retorcido.

13 de marzo de 2012

Reincidente

Siempre ha habido y habrá personas que tras cometer un delito y ser condenados, vuelven a las andadas. Sobre todo en el tema de la propiedad. Es posible que en muchos de esos casos las circunstancias sociales y la imperiosa necesidad de subsistir empujen una y otra vez a la persona en cuestión a delinquir. En mi constante búsqueda en hemerotecas digitales de noticias relacionadas con Villavieja me he encontrado con cierta frecuencia con algunas de ellas. Hoy vamos a traer a estas páginas un par de ellas que se refieren a robos cometidos presumiblemente por la misma persona. Uno en 1907 y el segundo en 1909.

En el pueblo del Cubo de Don Sancho se cometió el día 2 del mes actual un robo, consistente en seis cabezas de ganado de cerda, propiedad del vecino de aquel pueblo Felipe Morales. De este hecho se dió conocimiento á la Guardia civil del puesto de Villavieja, la cual inmediatamente empezó a practicar activas gestiones para descubrir al autor ó autores de dicho robo. Estas dieron por resultado el hallazgo en las inmediaciones de Villavieja de las seis semovientes y más tarde la captura del ladrón que dijo llamarse Ignacio Alonso. Interrogado por la benemérita manifestó que las había robado de un valle del término del Cubo de Don Sancho, encerrándolas después en un corral que tiene arrendado en las afueras de Villavieja. Cuando supo que la Guardia civil las estaba buscando, y con el fin de evitar toda sospecha, dió suelta a los animales. Dicho sujeto ha sido puesto a disposición del juez municipal de aquella villa.
El Adelanto, 5 de Junio de 1907



Sucesos provinciales
Ladrón detenido. A la Guardia civil del puesto de Villavieja, se ha presentado un vecino llamado Agustín García, manifestando que le habían robado cierta cantidad de trigo, sin que sospechase quién pudiera ser el autor. La benemérita comenzó enseguida a practicar gestiones, las cuales dieron por resultado la detención de un individuo, que dijo llamarse Ignacio Alonso. Este, desde los primeros momentos, se confesó autor, diciendo que, aprovechando un descuido de los criados del denunciante, se había apoderado del trigo, conduciéndolo a la fábrica, donde lo hizo harina. Por este motivo, el detenido ha sido puesto a disposición del juez de instrucción del partido.
El Adelanto, 23 de Septiembre de 1909


27 de febrero de 2012

Robo en Bogajo


Cuando con el establecimiento de la vía férrea, Vitigudino se quedó sin ferrocarril, se habilitó la estación de Bogajo como depósito de mercaderias. De hecho se construyó por aquel entonces la carretera que ponía en comunicación la citada estación con Vitigudino. El hecho de que el almacen y la estación estuviesen en descampado..., pues eso que estáis pensando. ¡Candidatos perfectos al robo!

Ante el Juzgado del partido de Vitigudino comparecieron ayer en la sección primera Ramón Martín Romero y María Josefa Arias López, a responder de los cargos que le resultaban en causa instruida en dicho juzgado por el delito arriba expresado. 

El hecho. Convenían el fiscal señor Saiz y el abogado del Estado señor Casas, partes acusadoras en el proceso, en que se cometió la noche del 15 al 16 de Octubre de 1913, en la forma que pasamos a indicar.

a) Puestos de acuerdo los procesados con otras personas hoy desconocidas, para robar el almacén de mercancías de la estación de Bogajo, lugar no habitado, pero habitable, en la noche del 15 al 16 de Octubre de 1913, que buscaron de propósito, penetraron en aquel por un hueco que existe entre las paredes y el techo, y una vez dentro fracturaron varios bultos de los allí existentes y se apoderaron de varias mercancías, entre ellas mercaderías, quincalla y chocolate por valor de 1.637 pesetas 45 céntimos, parte de los cuales vendieron por aquellos pueblos a bajo precio, siéndoles después al ser detenidos ocupados otra parte tasada en 731 pesetas 5 céntimos.
b) En la misma noche, y fracturando la puerta de la cantina de aquella estación, lugar completamente cerrado y propiedad de Desiderio Hernández, sustrajeron de ella géneros que aprovecharon, tasados en 22 pesetas 10 céntimos, causando un daño en aquella valor de una peseta.
 c) Del coche que hace servicio de Vitigudino a Bogajo, sustrajeron con ánimo de lucro, sin fuerza ni violencia y contra la voluntad de su dueño, de varios efectos pertenecientes a Marcos Sendín, Pedro Velasco y Juan Sánchez, tasados en 79 pesetas.


Entre las mercancías mencionadas en el apartado a) figuran 156 cajas de cerillas de la clase fina, número 3, tasadas en 7 pesetas 80 céntimos, las cuales sustrajeron los procesados de un bulto consignado al delegado del monopolio de cerillas en Vitigudino. Por lo que se refiere a este particular, es la intervención del abogado del Estado en el proceso.


Los hechos referidos constituyen dos delitos de robo, uno en cantidad superior a 500 pesetas, otro de hurto y una falta de contrabando. De expresados delitos son civilmente responsables en concepto de autores los procesados por participación directa y voluntarla.
Concurre y es de apreciar en contra de los mismos la circunstancia agravante de nocturnidad, dimanada de los hechos que quedan consignados. La defensa, a cargo del letrado señor González Martín, en oposición a lo afirmado por las acusaciones, sostenía que en los hechos por aquéllas relacionados, no tuvieron participación alguna los procesados.


Las pruebas. Los dos acusados en el acto del juicio estuvieron negativos, manifestando únicamente el Ramón que los géneros que le fueron ocupados los compró a un individuo que hasta ahora no ha sido hallado. En el sumario aparece la manifestación de varios testigos, que aunque nada presenciaron sospechaban que los autores del hecho hubieran sido los procesados, pero al juicio solamente compareció el dueño de la cantina a ratificar su aserto sumarial.


Conclusiones definitivas. Las acusaciones limitaron su acción a considerar a los dos procesados como autores únicamente del hecho relacionado en el apartado a) de su escrito de calificación provisional. Y la defensa persistió en la negativa en cuanto a María Josefa, y respecto a Ramón, entendía que debía ser considerado encubridor, del delito calificado por las acusaciones, por haber comprado los géneros con conocimiento de su ilegítima procedencia, para aprovecharse de los mismos.
En este estado del juicio se suspendió la sesión hasta las cuatro de la tarde. Continuó el acto a la hora señalada. Informaron por su orden los acusadores y el defensor para mantener sus respectivas pretensiones, pidiendo al Jurado que dictase veredicto conforme a lo que unos y otro mantenían. Hizo luego el resumen, según es de ley, el presidente de la sección de Derecho señor Santiuste, y una vez verificado, se retiró el Jurado a deliberar.


Los jueces de hecho resolvieron la contienda de acuerdo con lo pretendido por las acusaciones por lo que respecta al Ramón, declarándole culpable, y en cuanto a la María Josefa, conforme solicitó la defensa, fué proclamada su inculpabilidad.


Juicio de Derecho. En vista de la resolución del jurado, las partes acusaron al Ramón como autor de un delito de robo en lugar no habitable, ni habitado, por cantidad superior a 500 pesetas y en sentir de las acusaciones con la circunstancia agravante de nocturnidad, que la defensa no apreciaba, solicitando, en cuanto al mismo, que fuese condenado conforme a la ley, interesando la absolución de la María Josefa, con toda clase de pronunciamientos favorables. La representación del Estado pidió además que el Ramón fuese condenado por la falta de contrabando de que también lo declaró el Juzgado culpable. La defensa, conforme con las acusaciones en cuanto a la calificación del delito y la participación del procesado, entendía que no era de apreciarse la circunstancia agravante de nocturnidad, y solicitó de la Sala que lo condenara a la pena de tres años, seis meses y veintiún días de presidio correccional, accesorias y costas, y que absolviera a la María Josefa con toda clase de pronunciamientos favorables. En definitiva, la Sala dictó sentencfa, en la que condenó al Ramón Martín Romero a la pena de tres años de presidio correccional, accesorias y pago de la mitad de las costas, absolviendo a María Josefa Arias López, declarando de oficio la otra mitad de las costas. Terminó el juicio a las ocho. El Licenciado Salvadera




Adelanto, 24 de marzo de 1915

21 de noviembre de 2011

Un jovencísimo carterista ...

La prensa de hace cien años daba cuenta de la detención de un joven "carterista" que tenía como campo de operaciones, suponemos que temporalmente, el tren de Salamanca a la frontera portuguesa.

Por la guardia civil del puesto de Castro-Enriquez ha sido detenido Manuel Fernández Rodríguez de 19 años de edad, soltero y natural de Oviedo, por haber sustraido dos relojes a dos obreros que se hallaban trabajando en la via ferrea de Salamanca a la frontera portuguesa, entre las estaciones de Villares de Yeltes y Villavieja. Dicho individuo fue puesto a disposición del señor juez municipal del pueblo de Muñoz.

El Salmantino, jueves 10 de agosto de 1911

25 de enero de 2011

Robo de ganado en Fuenteliante

Un robo más de ganado en la comarca. Algo bastante frecuente en esa época. En esta ocasión en el pueblo de Fuenteliante. Y dada la proximidad de dicha localidad a Villavieja tuvo que actuar la Guardía Civil de este puesto:

Le han sido robadas al vecino de Fuenteliante, Miguel Estévez tres reses vacunas que se hallaban pastando en un prado de aquel término municipal

Miguel Estevez ha dado cuenta del hecho a la guardia civil del puesto de Villavieja la cual ha comenzado a practicar las oportunas diligencias para averiguar el paradero de referidas vacas. 

El Castellano : diario de la mañana
Año III Número 1022
21 de diciembre de 1905 


20 de septiembre de 2010

Timadores, carteristas, ...y otras "malas hierbas"

Decíamos en nuestro "post" de ayer que las Ferias de Salamanca siempre resultaron bastante atractivas para los habitantes de la provincia, desplazándose miles de ellos hasta la capital charra para disfrutar de las corridas de toros, ferias de ganados, funciones de teatro, .... Y con estas grandes aglomeraciones de gente es bastante aplicable aquello de "A río revuelto, ganancia de pescadores", porque no solamente se acercaban a las riberas del Tormes los sufridos aldeanos salmantinos. También llegaba a Salamanca la correspondiente "troupe" de timadores, carteristas, estafadores y demás gente de mal vivir para hacer su particular "agosto" que en este caso era septiembre. ¡Y vaya si lo hacían! Vean, vean algunos ejemplos de la prensa de la época:

Los agentes de vigilancia y los de la guardia municipal han desplegado estos días gran actividad en la persecución de timadores y carteristas, buena prueba que han sido más de veinte las detenciones llevadas a cabo; pero así y todo no han faltado raterías de relojes, alfileres y carteras, especialmente a la entrada a la Plaza de toros y al terminar las corridas.
Al ex-senador por esta provincia señor Rodríguez Yagüé le fue sustraída una cartera con 150 pesetas; a un portugués llamado Duarte Leile, 525 pesetas; al conocido dueño del Café del Pasaje señor Bernardo Martín, una cartera con valores; al Inspector de vigilancia de Béjar señor Serapio Benito una cartera, en el momento de bajarse del tren; al maestro de Guadramiro 200 pesetas; a otro portugués, 4.000, etc., etc.
Al padre político del comerciante señor Huebra, intentó un punto robarle el reloj, pero advertido el interesado pudo entregar al ratero a la poíicia y recobrar la alhaja. El público cuando ha cogido in fraganti a algún tomador no ha sido parco en tomarse la justicia por su mano.
También por apoderarse de lo ajeno, detuvieron ayer los agentes de la autoridad a una joven, que por el traje y por sus finas maneras parecía una señorita digna de todo género de respetos.
El Fomento de Salamanca, Diario de la tarde
Martes, 14 de Septiembre de 1897
El mismo periódico y el mismo día aparecía también esta pequeña noticia, que es también muy ilustrativa de lo que solía, y suele, acontecer en este tipo de mercadillos y puestos callejeros:
Anteanoche dio un fuerte escándalo un forastero en la Plazuela de la Libertad con motivo de haber comprado en una de las tiendas allí instalada una sortija en la inteligencía que era de oro de baja ley y resultar de cobre, según afirmó el Fiel contraste.
El Juzgado entiende en el asunto