A beneficio de los soldados
Nos escriben de Villavieja dándonos cuenta de la función teatral dada la noche de Año Nuevo, en el teatro de la Sociedad de artesanos, de aquella villa, a beneficio de los soldados que regresen heridos o enfermos de las campañas de Cuba y Filipinas.
Iniciadores de la idea, y alma de la fiesta, fueron los jóvenes estudiantes don Manuel Fernández Galache y don José García Cuadrado, a quienes secundaron admirablemente todos los demás elementos de alguna significación en el pueblo, así como la sociedad dueña del teatro, que lo cedió gratuitamente.
Las obras puestas en escena, fueron primeramente la preciosa comedia de cosas de Salamanca, titulada "Zaragüeta" y después el pasillo cómico "Amarillo y Blanco", en cuyo desempeño se distinguieron las señoritas Jerónima y Agustina Galache, quienes como hijas de labradores, estuvieron muy en caracter con su papel de charras, luciendo, y dicho sea de paso, magníficos trajes de charra.
También estuvieron muy bien las señoritas Sofía y Asunción; distinguiéndose en los hombres, el joven Andrés Rodríguez, quien con sus ocurrencias y genialidades, muy conocidas y celebradas en Villavieja, hizo las delicias del público, al que mantuvo en constante hilaridad.
La fiesta terminó con la rifa de un pañuelo de seda regalado por la señorita Isabel Rodríguez, y el cual llegó a adquirir un valor diez o doce veces mayor que el suyo.
El producto líquido de la Fiesta, asciende a 55 pesetas, las cuales se remitirán a "El Imparcial", por haberse cerrado ya la suscripción de EL ADELANTO.
Un dato y bueno es el que todos pagaron su entrada, hasta los cómicos.
27 de febrero de 2010
A beneficio de los soldados
Transcribimos a continuación una noticia publicada en el periódico El Adelanto el día 5 de Enero de 1897. En ella se da cuenta de una función de teatro realizada en Villavieja de Yeltes, la noche de Año Nuevo, con el objetivo de recaudar fondos con destino a los soldados españoles regresaban enfermos o heridos de las luchas que las tropas españolas mantenían contra la insurrección de Cuba y Filipinas. La iniciativa de la suscripción corrió a cargo de otro periódico madrileño de la época denominado "El Imparcial" a la que se fueron sumando otras publicaciones de provincias.