El texto que vamos a reproducir a continuación fue publicado hace más de 120 años. Formó parte de un editorial que en primera plana insertó "El Avanzado", una publicación semanal impresa en Vitigudino. Lo hizo el día 7 de febrero de 1889. Se quejaban ya en aquellos tiempos de las malas comunicaciones de la comarca. ¡Seguimos igual que entonces! Lean y juzguen:
EL COLMO DE LA DESESPERACIÓN,
La situación del partido de Vitigudino no puede ser más angustiosa: su ruina no hay que esperarla, está ya encima. Diferentes son las causas de tan lamentable situación y a iniciarlas vamos en este artículo, procurando abrir con él un extenso campo donde los amantes de este país puedan examinarlas con más minuciosidad.
Ya lo hemos dicho hace algún tiempo. Esta desdichada tierra solo sabe que se halla a últimos del siglo XIX, por las contribuciones exorbitantes con que ayuda a levantar las cargas del Estado y si a no dudarlo Castilla es la tierra más sufrida que tiene España, pues que paga y calla, dentro de Castilla, este pequeño rincón es lo más abandonado que puede existir. Hora es ya nos quejemos, porque ni eso hace quien debiera.
Muchas son las calamidades que nos aquejan y solo así se explica la dificultad de tocarlas todas, porque juntas se nos agolpan a la mente y quieren brotar, sin orden alguno, pero procuremos ordenarlas de algún modo.
CAMINOS VECINALES.
Una de las necesidades que más se dejan sentir hoy, es la falta de vías de comunicación, que nos pongan en relación directa con la mayor parte de los pueblos de España dice nuestro colaborador que con el pseudónimo de Un charro, ha escrito el artículo “Ferrocarriles y carreteras” y nosotros asintiendo en la misma idea habremos de añadir, que no solo necesitamos vías de comunicación para relacionarnos con España, sino también para relacionar unos con otros pueblos del distrito. ¿Acaso podemos ir a alguna parte si prescindimos de la carretera que va a Vega de Terrón? ¿Acaso puede llamarse camino el que va de Vitigudino a Villavieja en cuanto los ríos crecen algo? ¿Que camino nos conduce al tan decantado ferrocarril de Salamanca a la Frontera Portuguesa? ¿Que vía de comunicación existe entre Vitigudino y Aldeadávila de la Ribera? ¿Para qué sirve el magnífico puente de las Uces, mientras el trozo de las Puntillinas no se haga transitable? ¿Por qué se halla detenida la construcción del puente de Vega Redonda? El camino de Saueelle a Hinojosa y Fregeneda no puede ser ni más escabroso ni más abandonado. Lo mismo decimos del camino de las Cinco piedras, que bien pudiera llamarse de las cincuenta mil, porque todo él está lleno de aquellas ¿Cabe abandono más lamentable? Mientras el puente de la Granja no se construya, que dicen está en proyecto, muchos pueblos para ir a nuestra Audiencia de lo criminal de Ciudad-Rodrigo, tienen que rodear tres ó cuatro leguas, para por expuestos sitios y malos pasos después de 15 o 18 leguas, llegar a donde hoy nos administran justicia. ¿Habrá todavía, quien crea que pedimos sin razón?
Pues todas estas veredas, que no otro nombre merecen, las han recorrido nuestros Diputados, cuando han necesitado nuestros sufragios, y ninguno ha dejado de prometer grandes reformas, mas éstas no han llegado. No es de admirar tanto abandono, si se tiene en cuenta que en la capital de España hay exceso de distracciones y con estas se olvidan pronto nuestras necesidades. Baste de caminos, que en el tiempo en que nos hallamos, ni en pollino puede uno salir a la calle.