19 de junio de 2009

VOLTEO MORTAL

Lo había escuchado de pequeño, y me resultaba un tanto inverosímil (quizás por las exageraciones que con el devenir del tiempo se fueron añadiendo al relato), pero... ha resultado ser verdad. Hace casi ciento cincuenta años, un joven que tocaba las campanas de la iglesia fue lanzado al vacío cayendo a la plaza y falleciendo en el acto. Para que ocurriese el fatal suceso tuvo que darse la circunstancia de que estuviese volteando las campanas, una forma tradicional de hacerlo en nuestra zona. Cuando las campanas son pequeñas no hay gran peligro, pero es indudable que con unas campanas como las que tenemos en nuestra espadaña, la cosa resulta ya bastante arriesgada.

Estaba realizando determinadas investigaciones acerca de mi árbol genealógico cuando me encontré, hojeando el libro de difuntos, la siguiente partida:


Martín
de Sebastián López y Bárbara Castro.

20 años.

Como Beneficiado Rector de la Iglesia de San Pedro, única de esta villa, mande dar sepultura eclesiástica por mandato de Don Juan Alonso, Alcalde Constitucional, al cadáver de Martin de edad de veinte años, que tocando las campanas al Rosario el día de ayer fue despedido por una campana arrojado a la Plaza y en el acto murió sin recibir más sacramentos que la Extremaunción bajo condición, hijo legítimo de Sebastián López y Bárbara Castro y éstos le mandaron hacer los sufragios según costumbre y para que conste de lo firmo en Villavieja a ocho de Abril de mil ochocientos sesenta y uno.

Juan de la Cruz Corral