Ya en 1912 estaba poniéndose de moda la costumbre de veranear en la playa. Los salmantinos "pudientes" se dirigían generalmente hacia la costa portuguesa: Espinho, Figueira da Foz, ... Pero claro, no todos podían permitirse esos lujos. Y menos los jóvenes. Así que alguno se las ingeniaba saltándose las normas legales. Veamos uno de estos casos. Lo contaba, con humor, el Adelanto en agosto de 1912.
Vuelve el pájaro a su nido
Por los guardias de Seguridad ha sido detenido el joven José del Rey Mordejo, de diez y ocho años de edad, el cual se fugó de su domicilio el pasado día 30, en compañía de unas pesetas, ajenas a su propiedad. Las pesetas no han sido detenidas.
El José, que se hallaba de dependiente en una casa comercial de esta [ciudad], salió de casa de su jefe a cobrar unas cuentas y proyectó un viaje de veraneo, que se ha visto obligado a suspender por la voluntad de los del orden, que dieron con la pista de su escondite.
Ha quedado a disposición del juez de primera instancia.
El Adelanto, 5 de agosto de 1912
Como las pesetas no fueron detenidas, tal y como señala el cronista, mucho nos tememos que el chaval disfrutó un poquillo de esos días de veraneo....
Ilustramos esta noticia con la reproducción de una página de Mundo Gráfico de ese mismo año dedicada precisamente al veraneo. En este caso en Gijón.