Hoy día están prohibidos por la normativa europea al sur del río Duero. Antes no había prohibiciones de este tipo y cuando se tenía constancia de la existencia de un lobo se montaba la de "San Quintín". ¡Ni tanto ni tan calvo! Es verdad que los ganaderos son los que sufren los ataques del lobo, pero no es menos cierto que ha sido el hombre el que le ha ido quitando el terreno y las presas naturales de las que se alimentaba. Quizás por eso la Administración pública ha decidido protegerlo en esta zona. Pero claro, se deberían arbitrar las correspondientes medidas compensatorias para los ganaderos que resultasen afectados. Y no echar "balones fuera" como suelen hacer ahora achacando los ataques a perros asilvestrados.
En Villavieja celebróse días pasados una batida, en persecución de dos enormes lobos que, durante una temporada, han venido haciendo grandes destrozos en los ganados de aquella localidad. Al tercer ojeo que se dio en la dehesa de Santidad, el simpático charro Juan Manuel Rodríguez tuvo la fortuna de tumbar á uno de ellos. Con tal motivo hubo en Villavieja bailes y otras muestras del contento que en dicho pueblo tan satisfactoria expedición.
El Adelanto, 12 de Febrero de 1899