En la noche del domingo último se efectuó en Peñaranda un robo de gallinas, en la corraliza propia de don Juan Antonio Rodríguez. Los que le llevaron acabo, tuvieron que saltar las tapias y penetrar en la corraliza, en donde cogieron nueve gallinas.Resulta curioso lo de la vela, ¿verdad? ¡A saberse la intención de los que la dejaron! Presumiblemente provocar un fuego que ocultase el robo, pero.... ¡también cabe la posibilidad del agradecimiento! Una velita y una oración....
Debajo de un tenadón, dejaron una vela encendida, y gracias a hallarse húmedo el techo de retama, no se incendió éste.
Y otra cosa. sabiendo como sabemos lo "aljamareras" (bonito término charro) que son las gallinas, mucho nos tememos que salieron de allí con el cuello retorcido.