18 de enero de 2014

Robo de gallinas

Estamos en 1901. A finales de primavera. Y los amigos de lo ajeno, quizás azuzados por el hambre, deciden apropiarse de algo bastante común en aquellos tiempos. Animales. En nuestro caso, gallinas. Veamos la noticia de este robo tal y como la contaba El Adelanto


En la noche del domingo último se efectuó en Peñaranda un robo de gallinas, en la corraliza propia de don Juan Antonio Rodríguez. Los que le llevaron acabo, tuvieron que saltar las tapias y penetrar en la corraliza, en donde cogieron nueve gallinas.
Debajo de un tenadón, dejaron una vela encendida, y gracias a hallarse húmedo el techo de retama, no se incendió éste.
Resulta curioso lo de la vela, ¿verdad? ¡A saberse la intención de los que la dejaron! Presumiblemente provocar un fuego que ocultase el robo, pero.... ¡también cabe la posibilidad del agradecimiento! Una velita y una oración....
Y otra cosa. sabiendo como sabemos lo "aljamareras" (bonito término charro) que son las gallinas, mucho nos tememos que salieron de allí con el cuello retorcido.