Seguramente, la mayor parte de los villaviejenses nos hemos dado cuenta montones de veces de la gran cantidad de aviones que diariamente surcan nuestros cielos. La inmensa mayoría de ellos lo hacen casi invariablemente en la dirección Noreste-Suroeste. ¿A qué es debido este habitual tránsito de aeronaves sobre nuestras cabezas? La razón es bien simple. Por encima de nuestra comarca pasan, lo que en términos aeronáuticos, se conoce con el nombre de aerovías. Y de manera similar a las autopistas o autovías, también se les asigna un nombre formado por letras y números. La que pasa justamente por encima de Villavieja se denomina aerovía G-52.
El espacio aéreo mundial está dividido en nueve grandes regiones de control aeronáutico, una de las cuales es Europa, EUR. Esta configuración ha sido establecida por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), quien las subdivide, a su vez, en regiones de información de vuelo. Cada región de información de vuelo se divide verticalmente en dos zonas: un espacio inferior, FIR (Flight Information Region) –o región de información de vuelo–, que incluye el espacio comprendido entre el suelo y el nivel de vuelo FL 245 (24.500 pies = 7.400 metros) , y un espacio superior, UIR (Upper Information Region) –o área superior de información–, que se extiende desde el nivel de vuelo FL 245 hasta una altura ilimitada.
El espacio aéreo español se encuentra dividido, a efectos de organización y gestión, en tres Regiones de Información de Vuelo, denominadas FIR/UIR Madrid, FIR/UIR Barcelona y FIR/UIR Canarias. A su vez, dentro del FIR/UIR Madrid se sitúa el Espacio Aéreo delegado a Sevilla, delimitado por el paralelo 39 Norte.
Con la excepción de ciertos aeropuertos y áreas militares restringidas, los aviones que sobrevuelan España lo hacen entre los niveles de vuelo FL 150 (15.000 pies, 4.500 metros) y FL 460 (46.000 pies, 14.000 metros). El espacio aéreo español -tanto inferior como superior- está atravesado por un gran número de rutas o pasillos aéreos, aerovías, por donde vuelan las aeronaves desde su origen hasta su destino final, de acuerdo a los criterios establecidos por la OACI. Estos itinerarios aéreos están jalonados por puntos de notificación y radioayudas. Una de estas últimas está ubicada en Vitigudino. Se trata de un radiofaro no direccional situado en las cercanías de las piscinas municipales, justamente a la entrada de dicha población en la carretera de Yecla y Villavieja. Pertenece al Ministerio de Defensa y emite las 24 horas del día con una frecuencia de 365 kHz, siendo su indicativo VGD, en código Morse:(•••-, --•,-••).
La aerovía G-52 va desde Pamplona hasta las inmediaciones de Lisboa. No es exactamente una línea recta, sino una serie de cinco tramos rectos, de los cuales el más largo es precisamente el que pasa sobre nuestra tierra. Va desde el punto denominado Nisa (centro de Portugal) hasta Zamora, donde confluyen otras rutas aéreas. En la G-52 los aviones pueden circular en los dos sentidos, siguiendo rumbos 045º (Noreste) y 225º (Suroeste). La altitud de vuelo mínima es de 10.500 pies (3.200 m). La aerovía tiene una anchura de 10 millas náuticas (19 km).
Por encima de la G-52, y situada en el espacio de vuelo superior, hay otra aerovía. Se trata de la UN-745. Sigue la misma ruta que la G-52, pero empieza en Lisboa y termina en Zamora. Esta aerovía solo permite volar con rumbo 045º (Noreste) y las aeronaves que circulan por ella lo hacen a una altitud mínima de 7.500m (FL 245, es decir 24.500 pies).
¡Autovías no tendremos, pero aerovías….!
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