Se dice ....
Que a todos los que pasan por la plaza de Béjar se les ponen los dientes largos, no sabemos si de admiración o del ruido que hace cierto cantero de Villavieja al labrar la piedra con un cepillo metálico que no hay quien resista.
Que los asiduos mirones que contribuyen a la ornamentación de la plaza, agradecerían que el susodicho cantero le pusiera sordina al irritante instrumento.