En otras ocasiones hemos traído a estas páginas artículos escritos por el periodista salmantino José Sánchez Rojas. En esta ocasión publicamos una fotografía que apareció en Mundo Gráfico el 20 de Mayo de 1914.
En ella vemos a los hermanos Leandro y Serapio Reyes, como reclusos en el penal de Cartagena. Fueron condenados en Noviembre de 1905 como coautores de un homicidio ocurrido en Alba de Tormes en enero de dicho año. En el mismo juicio, se absolvió a otro hermano Agapito del mismo delito. No se pudo juzgar al padre Bonifacio Reyes, que parece ser que fue el autor de la puñalada que causó la muerte a Agustín Martín Pérez el día 25 de enero de 1905, por haber fallecido en la cárcel durante el tiempo que estuvo en prisión preventiva.
La verdad es que la cosa no estaba muy clara. Algunos testigos afirmaban que Leandro y Serapio habían abandonado el lugar de la pelea antes del fatal desenlace. Lo cierto es que el jurado de "hecho" los declaró coautores, aunque parte de los componentes de dicho jurado declararon después que desconocían el significado de esa palabra que aparecía en las preguntas que tenían que contestar.
Declarados culpables en el "juicio de hecho", los jueces en el "juicio de derecho" que siguió establecieron para ellos una pena de catorce años, ocho meses y un día.
En Alba de Tormes siempre se consideró que eran inocentes y que su condena había sido un error judicial. Algunos miembros del jurado popular que los declaró culpables también se retractaron públicamente pero ... la condena siguió su curso y se ejecutó.
Nueve años después Sánchez Rojas impulsó una campaña popular para reclamar el indulto. En la misma página de Mundo Gráfico aparecen también las fotografías de algunos miembros de la Comisión formada al efecto, entre los que se encontraba el obispo de Salamanca.
La campaña dió sus frutos, pero no tan rápidos como se esperaba. Se les concedió alguna rebaja de la pena, por lo que a mediados de 1915 pudieron acogerse a la libertad condicional. Habían estado en la cárcel más de diez años. Según ellos, condenados injustamente.