¡Que pena que la vitalidad industrial de los villaviejenses de los siglos precedentes se haya ido diluyendo con el paso del tiempo! Canteros, curtidores, zapateros,.... Estos últimos debían de recorrer todas las ferias importantes de la provincia. Y además con productos de calidad, que gozaban de merecida fama. Aquí tenemos un ejemplo. Lo publicaba "El Progreso" un periódico político bisemanal allá por el año 1885.
La feria que aquí se viene celebrando -nos escriben de Béjar- de tiempo inmemorial durante el octavario del Corpus, pierde de año en año su importancia, hasta el punto de haber quedado ya hoy reducida a unos cuantos de cajones en la plaza donde hacen su agosto los explotadores de baratijas a real y medio, los industriales del pueblo de Villavieja que surten hasta la feria de la Corredera en que vuelven a abastecer a los aldeanos de la comarca del material necesario para los greguescos indispensables que usan para andar por los vericuetos y breñales del país. Y en último término, y esto ya es por lo fino, a los plateros que de Salamanca, Avila y Peñaranda se sitúan en la calle Mayor durante los ocho días, haciendo muy buenos negocios, no solo con las lindas bejaranas, sino con las del vecino pueblo de Candelario, cuyas jóvenes son muy dadas a las joyas positivas y no a relicarios de oropel.....
''El Progreso : periódico político bisemanal' - Año II Número 119 (11/06/1885)'