23 de marzo de 2011

Cardenal Almaraz


Don Enrique Almaraz Santos nació en el pueblo salmantino de La Vellés, el 22 de Septiembre de 1847. Estudió en el seminario de Salamanca y más tarde en Roma, obteniendo el grado de Doctor en Teología y bachiller en Cánones. Ejerció como coadjutor en varias parroquias de la capital charra siendo también canónigo de la S.I. Catedral. Fue nombrado Obispo de Palencia en 1897. Diez años más tarde fue propuesto para el Arzobispado de Sevilla. Contaba entonces 59 años de edad. En 1911 fue elevado al Cardenalato por su Santidad el Papa San Pio X en el Consitorio celebrado el 27 de Noviembre junto con otro prelado español, Don José María Cos y Macho, arzobispo de Valladolid.  En 1914, participó en el cónclave que eligió pontífice al Cardenal Giacomo della Chiesa con el nombre de  Benedicto XV.  El 16 de Diciembre de 1920, fue propuesto para el Arzobispado de Toledo. Su precaria salud, no le permitió tomar posesión de la sede Primada hasta el 3 de Julio de 1921. Falleció en Madrid el 22 de Enero de 1922, curiosamente el mismo día en el que lo hizo también el Papa Benedicto XV. Fue enterrado en la Catedral de Toledo. Fue senador del Reino, hijo adoptivo de Palencia, Puerto de Santa María y Sevilla. estaba también en posesión de la Gran Cruz de Carlos III.

Durante su pontificado en Sevilla prestó especial atención a las escuelas y a la educación apoyando todas las obras de enseñanza. Llegó a organizar también una Semana Social en 1908 en la que a través de una serie de conferencias se expusieron puntos de vista cristianos acerca de diversas cuestiones de actualidad: Sindicalismo agrícola, Sociedades de Socorros Mutuos, .... Impulsó también la prensa católica, estableciendo entre otras cosas un premio anual para certámenes periodísticos, que se galardonaba con una pluma de oro. Fomentó también las peregrinaciones obreras a diversos lugares de interés cristiano: Roma, Lourdes, Santos Lugares..., peregrinaciones que él mismo presidía. Fue precisamente en una de esas visitas, realizada en 1914 a los lugares relacionados con la vida de Santa Teresa (Ávila, Alba de Tormes y Salamanca) en la que se realizó un magnífico reportaje fotográfico publicado en la revista ilustrada "Bética" que se editaba en la capital hispalense en esos años y al que pertenecen las imágenes que ilustran esta entrada.

He escogido además, del extenso repertorio, un par de fotografías en el queda patente como en aquella época se estaba produciendo un cambio trascendental en los medios de transporte. La primera de las fotografías muestra la portada de la Iglesia en la que se encuentran los restos de Santa Teresa en Alba de Tormes. En ella podemos ver ya un vehículo a motor, uno de los característicos autos de comienzos del siglo XX. En la segunda, se nos muestra la entrada del Convento de San Esteban en Salamanca y en ella podemos observar un par de carruajes de caballos. ¡Lo moderno -de entonces- y lo antiguo!