Voy a trascribir a continuación una poesía publicada en el semanario “Avante” hace ahora cas cien años (el 23 de marzo de 1912). Se titula “Noche de Luminarias” y su autor es Alejo Hernández, un poeta y abogado natural de Ciudad Rodrigo cuya familia era descendiente de Lumbrales y Bogajo. En este blog “Tierra Charra” publiqué hace ya unos meses una extensa biografía de él.
En la poesía se nos va relatando como transcurría en Villavieja la noche de la víspera de las Candelas. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua luminaria es una “luz que se pone en ventanas balcones, torres y calles en señal de fiesta y regocijo público” y a tenor de lo que se nos dice en los versos debía de ser una fiesta “de importancia” en nuestro pueblo. El poema está dedicado a don Ángel A. Manzanera (suponemos que la A. significa Alonso)
¡Buena noche es esta noche!
¡Noche alegre, tibia y clara!
¡Buena es siempre en Villavieja
la Noche de luminarias!
Cantan alegres los mozos,
las mozas alegres cantan,
y los viejos, mientras beben,
recuerdan viejas hazañas.
En la torre de la Iglesia,
como lenguas inflamadas,
se retuercen ondulando
las hirvientes luminarias.
La pez arde; sube el humo
en espirales diáfanas
y polícromos cohetes
siguen los ojos con ansia...
Como un astro rutilante
que la esfera azul cruzara,
de la torre cae al suelo
la primera luminaria...
Zumba el tamboril en bajo;
gallea en tiple la flauta
y los chiquillos persiguen
los cohetes cuando bajan.
Mientras la fiesta enardece
del Pueblo todo las almas,
con timidez sus amores
le reza un charro a una charra.
Quizá su amor fuera oculto
largos tiempos en su alma
y no halló, para expresarlo,
hasta esta noche, palabras
Quizá como una reliquia
su amor el charro guardaba
esperando ocasión digna
y solemne en que mostrarla.
Como estrellas desprendidas
caen ardientes luminarias,
mientras de amores dialogan
las parejas enlazadas
De Fuenteliante han venido
las mozas endomingadas
con sus mejores mandilas
y su mejor filigrana.
Que es noche de amores
esta noche de la Candelaria
y es la fiesta más alegre
que en charrería se pasa
Igual que al cielo se eleva
el fuego en las luminarias,
se eleva puro y ardiente
el amor charro en las almas.
¡Que suenen dulces canciones!
¡que repiquen las campanas!
¡que es alegre en Villavieja .
la noche de luminarias
Alejo Hernández