Curioso y un poquillo exagerado. La verdad es que desde antiguo lo que aparecía reflejado en la prensa no tenía mucha credibilidad, hasta el punto de que se comentaba en plan jocoso que los periódicos solo decían dos verdades, la fecha y el precio. Más o menos es lo que venía a decir este humorístico anuncio de una marca de café que ha llegado hasta nuestros días y que fueron los "inventores" del café torrefacto.
Si no fuese por lo que se miente, sería imposible llenar todos los días las cuatro planas de un periódico. La prensa se la beben los desocupados y las personas de gusto, el café torrefacto de La Estrella. Lo hay: Comercio de la viuda de Emilio Blasco.
El Adelanto, 7 de agosto de 1904
