30 de mayo de 2009

LOS FRANCESES EN VILLAVIEJA

La verdad es que tenemos muy pocos datos acerca de la llegada de las tropas francesas a nuestro pueblo. Los únicos que hasta el momento he podido encontrar se basan en los libros parroquiales. En las cuentas de fábrica de la Iglesia de Villavieja correspondientes al año ¿1808?, pero asentadas en el libro el 10 de Abril de 1809, siendo el párroco don Josef Sánchez Manibardo, se incluyen algunas partidas (anotaciones) como las siguientes: "mil reales a la Junta de Ciudad Rodrigo de orden de S.S.I.", "quinientos reales que se dieron a los franceses para evitar el saqueo", "diez fanegas de trigo que forzado di a los franceses". Las dos últimas son realmente bastante reveladoras de lo que pudo ocurrir.


Desde la administración del rey José Bonaparte y desde el mando militar francés se habían ido asignando contribuciones extraordinarias que deberían pagar las provincias y los pueblos de España con motivo de la guerra. Con la entrada de las tropas francesas en Salamanca esas directrices se plasmaron en un repartimiento entre los municipios salmantinos. Una de las primeras cosas que los franceses efectuaban al entrar en un pueblo era reclamar esa contribución. Para satisfacer esa exigencia muchos ayuntamientos tuvieron que recurrir a veces a enajenar bienes concejiles. Cerca de cien pueblos salmantinos, por lo menos, se vieron obligados a este procedimiento para pagar las enormes contribuciones exigidas por las tropas francesas y la administración del rey intruso José I . Ricardo Robledo en su Historia de Salamanca (Tomo IV, Siglo diecinueve, página 93) inserta un mapa de la provincia en el que aparecen marcados aquellos pueblos que tuvieron que recurrir a este procedimiento extraordinario para satisfacer esa contribución. En él, no figura Villavieja de Yeltes, pero sí, por ejemplo Bogajo. El hecho de que Villavieja no aparezca en esa relación no significa que se viera libre de pagar la correspondiente contribución. Posiblemente el Concejo dispusiese del suficiente dinero para efectuarla sin tener que recurrir al procedimiento extraordinario de venta de bienes concejiles. Ahora bien, ¿cuánto dinero tuvo que aportar éste como contribución? Lo ignoramos, pero quizás nos pueda servir como referencia que Lumbrales vendió propiedades por valor de 80.000 reales. Una cantidad similar, quizá ligeramente inferior sería la que le correspondería a nuestro pueblo.
Mapa de los pueblos del Oeste de la provincia de Salamanca. En color rojo los que tuvieron que vender bienes concejiles. (Modificado del publicado por Ricardo Robledo en “Historia de Salamanca”. Tomo cuarto. Siglo diecinueve).


Tras la acción del puente de Yecla en la que fue capturado el mayor L’Estrange y el posterior saqueo de Bogajo, el grueso de la columna francesa se dirigió contra el puesto avanzado de San Felices de los Gallegos al mando del coronel inglés [John] Wilson, mientras que, probablemente, un pequeño destacamento de la misma fue quien se ocupó del pueblo de Villavieja.


Si Bogajo fue saqueado el día 13 de marzo de 1809, es casi seguro que Villavieja se salvó del saqueo el mismo día. Las noticias de la entrada a saco de los franceses en Bogajo llegaron a buen seguro a la población en cuestión de pocas horas y seguramente eso de "cuando las barbas del vecino veas pelar ... ", influiría notablemente en el ánimo de nuestros antepasados y con toda probabilidad, resignados y mal de su grado, nuestras autoridades civiles negociaron la inmunidad de la villa y sus habitantes a cambio de una contribución en especie y dinero. Su decisión, basada evidentemente en el sentido común, permitió que nuestro pueblo no fuese arrasado una vez más a lo largo de su historia. Quizás nuestros regidores se acordaran del horrible saqueo y destrucción que realizaron las tropas portuguesas de nuestra villa el 8 de septiembre de 1650.
La Iglesia participó con lo que hemos indicado, quinientos reales (fue una especie de préstamo realizado al Concejo ya que éste le reintegra esa cantidad al año siguiente). Es probable también que se tuviese que recurrir a préstamos o aportaciones de particulares. Nótese también el diferente talante con que aparecen reflejadas en el libro de fábrica de la iglesia las notas: "Quinientos reales que se dieron ..." y la que después dice: "Diez fanegas de trigo que forzado di ..." lo cual parece indicar que se negoció una cosa y posteriormente los franceses exigieron más.

El primer contacto de nuestros antepasados con las tropas franceses fue capeado, por tanto, con suma destreza por nuestras autoridades. El pueblo y sus habitantes debieron quedar en una gran penuria económica, pero con sus casas y demás propiedades físicamente intactas. Otros pueblos no tuvieron esa suerte. A la luz de lo expuesto en párrafos anteriores, resultan difícilmente creíbles unos versos que alguien dedicó a la Virgen de Caballeros y que dicen:

Los franceses temerarios
intentaron profanar
tu imagen y santuario
y no pudieron lograr.

Evidentemente, si no lo hicieron fue porque no quisieron o porque alguien, como se ha dicho con anterioridad, negoció con ellos para evitar el saqueo, pero no porque los villaviejenses se opusiesen a ello por la fuerza, que es lo que "parece" interpretarse con los versos.