Querrás plantar una higuera, la pondrás con todos los cuidados, la cuidarás, la mimarás,.... más ¡ay! ¡no saldrá adelante! Sin embargo, esto de las higueras aparecen como por arte de magia en los sitios más insospechados. Como por ejemplo, las paredes de la Iglesia. Y no una, sino varias. Ahí las tienen, en la vertiente meridional a ambos lados de la puerta de acceso lateral. ¿De donde vienen? ¿Son consecuencia de la actividad biológica de las cigüeñas? Podría ser. Lo cierto es que, aunque se quiten, año tras año vuelven a aparecer.
Por cierto, ¿alguien sabe por qué nuestros ilustres antepasados taparon (interiormente) la magnífica ventana con vidriera que vemos en la segunda de las fotos?