9 de agosto de 2011

La explotación del Baldío a comienzos del siglo XX

Transcribimos a continuación una parte de la Tesis doctoral titulada "Orígenes, formas y vicisitudes de la propiedad colectiva en la provincia de Salamanca" de Rafael González Cobos, publicada en Salamanca en 1905.

En el texto que sigue a continuación expone lo que el denomina "Colectivismo Moderno" y que era lo que el pueblo de Villavieja practicaba a comienzos del siglo XX en la explotación de la, entonces comunal, finca del Baldío de los Campos Carniceros.


(g) VILLAVIEJA

Colectivismo moderno.

El ejemplo de Fuenteliante es de pública notoriedad. Nadie ignora que el terreno y los pastos, el monte y los valles, y todas las cosas útiles, se aprovechan colectivamente, y también se sabe que allí no hay jornaleros ni pobres, todos los vecinos son, desde que se fundó el pueblo, propietarios, ganaderos y labradores.

Este caso tenía que producir sus efectos en los pueblos colindantes y los ha producido. Es Villavieja la única localidad de la provincia, no contando las ciudades de Salamanca, Béjar y Ciudad-Rodrigo, donde las clases obreras tienen más perfecta organización por oficios y profesiones, curtidores, zapateros, obreros del campo etc.; y es, además, donde la lucha entre el capital y el trabajo ha llegado a adquirir todos y cada uno de los caracteres que la distinguen.

El número de habitantes es de 3.000 y entre ellos hay grandes terratenientes, ganaderos, industriales de diferentes oficios, que envían sus productos al mercado de Ciudad Rodrigo y Portugal.

En el ramo de la enseñanza diremos que Villavieja es el único pueblo de la provincia que además de las escuelas oficiales sostiene otras dos, sistema Manjón, una para niñas y otra para niños; y en cuanto a otras reformas merece citarse el viaje de agua potable últimamente costeado por el Ayuntamiento, que presta excelentes servicios por tener fuentes, abrevaderos y lavaderos públicos.

El Ayuntamiento es poseedor de importantes terrenos enclavados en el término municipal de Sancti-Spíritus, pueblo colindante con Villavieja.

¿Quién aprovecha esos terrenos? El vecindario. ¿En qué forma? En la forma colectiva mediante el cultivo.

Todos los años, antes de la época de sembrar, el vecino que desea cultivar en estos terrenos dirige la petición al Alcalde, y terminado el plazo para admitir las solicitudes, se reúne el Ayuntamiento, se examinan y cuentan éstas para acordar que el terreno sea dividido en tantos lotes como vecinos han hecho la petición.

Después se sortean los lotes, y cada solicitante sabe por este medio el que durante el año, ha de cultivar.

Anualmente se repite esta operación, debiendo mencionarse, como dato curioso, que los grandes propietarios, que los hay de extraordinaria fortuna, y labradores ó industríales de posición desahogada, no piden lote para cultivar en estos terrenos comunales.

Puede decirse que su cultivo se halla entregado a la clase obrera.

Desde que la explotación de estos terrenos se ha entregado, en la forma indicada, y mediante el pago de insignificante renta, a las clases menos acomodadas de Villavieja, han cambiado de tal manera las cosas del pueblo, que puede decirse que no hay a la hora presente pobres en Villavieja, todos hablan de su "hacienda", y todos trabajan.

Las luchas locales, que llegaron a adquirir desconocida violencia, han cambiado, haciéndose más suaves, menos estruendosas.

Las primeras noticias de este caso, tan digno de estudio, las recibí al emprender este trabajo de investigación.

No obstante la justa fama que por su riqueza goza Villavieja, observé con verdadera sorpresa que en este pueblo había considerable número de yuntas formadas no por el robusto buey, que constituye la ganadería de la comarca, sino por escuálidos pollinos.

Hay que ver salir de Villavieja en las mañanas de Julio interminable hilera de carros tirados por pollinos, guiados por hombres ó mujeres, que se dirigen a recoger la mies del baldío, y hay que verles regresar a Villavieja con las enormes carretadas de mies, y hay que verles, en las cuestas arriba, trabajar por igual a la yunta y a los conductores.

En todas partes y con diferentes expresiones van diciendo "esto es mio". Y lo dice el marido y la mujer, y los hijos.

No me extraña, decía yo al ver y observar el contento y la alegría de los pobres de Villavieja, la elocuente exclamación del Párroco, del Concejo de Llánades, D. Juan Antonio Possé (1). "Pueblo venturoso, tu me has hecho conocer que es muy practicable la comunidad de bienes que Licurgo estableció en Lacedemonia. Sin haber sido tu Párroco jamás habría conocido lo que era la igualdad.....; de tí he aprendido que la igualdad es un efecto necesario de la comunidad de bienes; de tí he aprendido que la propiedad acumulando poco á poco en un pequeño número de manos las heredades de todo un pueblo deja a todos en la mayor indigencia. Y, pues, vives un país en que apenas pueden vivir los hombres por efecto de una dichosa medianía, no te olvides de que tu suerte está cifrada en que las tierras sigan siendo comunes y que al punto que ésta comunidad te falte, serás reducido a un desierto en que solo habitarán los bueyes y las fieras"

(1) "Vestigios del primitivo comunismo de España" por Don Gumersindo de Azcárate. Boletín de la Institución libre de Enseñanza núm. 157.