5 de junio de 2010

Espanto mortal

Con ese título podríamos calificar a un trágico accidente ocurrido en la vecina localidad de Bogajo el día 4 de Julio de 1890. Hacía apenas dos años y medio que el tren habá iniciado su andadura por estos campos del oeste salmantino, cuando se cobró su primera víctima, Eso sí, de forma indirecta, y es que el ganado de entonces no estaba habituado a silbatos de locomotoras ni traqueteos de vagones ... Veamos como lo recogía el número 79 del semanario " El Avanzado" que por aquellos años se publicaba en Vitigudino :


El Avanzado, 16 de Julio de 1890.
Semanario de intereses morales y materiales.
Director propietario: Isidoro Hernandez Arroyo.
Jefe de redacción: Manuel González Moro


A las siete de la mañana, hora en que se aproximaba el tren a la estación de Bogajo, se espantó la borriquilla en que iba montado el anciano Mateo del Arco, vecino de dicho pueblo, siendo aquel arrojado al suelo con tan mala suerte que quedó sin vida en el acto. El Juzgado conoce del hecho.

El fatal accidente había ocurrido el día 4 de Julio. Según la partida de defunción que se basa en el dictamen de los médicos, la muerte le sobrevino por "dislocación de la segunda vértebra cervical". Contaba el fallecido sesenta y cinco años de edad. Estaba casado con Joaquina Puente.

Hoy nos resulta bastante llamativa la calificación de anciano que se le asigna en la publicación a una persona con sesenta y cinco años, pero las personas que alcanzaban esa edad en aquella época eran realmente pocas.