Otra de las plantas típicas que están en plena floración en estos momentos, es la denominada "Thapsia villosa" que en castellano recibe generalmente los nombres de zumillo y cañaheja hedionda. Se trata de una hierba perenne, que puede alcanzar hasta 1 m de altura con tallo liso, sin pelos, ramoso en la parte superior, con restos fibrosos de hojas viejas en la base. Hojas basales, a ras de suelo, muy divididas y con mucho vello por ambas caras. Florece en primavera y verano con una inflorescencia en umbela compuesta, con forma esférica. La umbela central es grande y posee de 12 a 25 radios, siendo las laterales más pequeñas y, a menudo, estériles. Presenta flores amarillas formadas por 5 pétalos. Androceo con 5 estambres. Tras fructificar la planta se seca, y pierde la parte aérea. Quedando latente para la próxima temporada de lluvias apareciendo nuevas hojas en el otoño, para dar lugar a un nuevo ciclo. Su raíz napiforme expulsa, al ser cortada, un látex de color blanco.
La planta tiene propiedades purgantes, eméticas, aunque esta aplicación no es aconsejable y resulta bastante peligroso tomar esta planta como remedio casero sin consultar previamente a un médico. La raíz es un purgante muy fuerte (tóxica), y por eso no es conveniente usarla. En algunas zonas se ha utilizado también para impregnar las aguas y pescar fraudulentamente, atolondrando a los peces para capturarlos con facilidad.
La corteza de la raíz, infundida en aceite, se aplica para combatir el reumatismo y suele utilizarse en forma de cataplasma, para aplicar directamente en la zona afectada por el dolor. En la provincia de Salamanca se utiliza para reparar las grietas de las pezuñas de las caballerías.
En la primera de las fotografías podemos ver varios ejemplares de esta especie en el teso de la Antanilla, teniendo de fondo la capilla mayor de la Iglesia parroquial. Las otras dos imágenes muestran varios insectos (escarabajos y moscas) alimentándose del néctar, algo que suele ser muy frecuente en esta especie de planta.