29 de abril de 2011

El pastor

Hace un par de días publicamos unos versos del poeta mirobrigense Alejo Hernández Estévez dedicados al "mosto" de Lumbrales. Hoy traemos otra poesía de dicho escritor y también menciona a Lumbrales y además a Campilduero, con lo que uno empieza a sospechar que don Alejo tenía que tener bastante relación con esa población y con esta comarca. El poema estaba destinado también al libro "SALMANTINAS". Se publicó en el Semanario Avante de Ciudad Rodrigo a finales del mes de Julio de 1911.

El pastor

Yo lo he visto en la llanura,
en los secos rastrojales,
al volver de Extremadura
para invernar en Lumbrales:
Rostro enjuto, piel morena,
de mirada honda y serena,
con soñadoras pupilas,
como adurmiendo una pena
al rumor de cien esquilas.
De la noble estirpe charra
el arquetipo ideal,
es de apostura bizarra;
viste áspera zamarra,
calza medias de peal..
Tiene el alma soñadora
ébrio el cuerpo de salud
V en cuerpo y en alma adora
á una moza labradora,
llena de gracia y virtud.
Tiene un tesoro escondido
en el hueco de una encina:
un rabel que, bien tañido,
el cielo evoca al sentido
con música salmantina.
Lo trajo un martes de ituero
comprado al tamborilero
que ya no puede tocar
¡Dulce rabel milagrero,
alma del. Charro cantar!

En las tardes invernales
sonará dulce en el chozo
y los tiernos recentales
en las eras de Lumbrales
saltarán ébrios de gozo.
Y esa virgen campesina
que por él muere de amor,
en la hora vespertina,
oirá su copla divina
de poeta y de pastor.
; ¡Oh enamorado cabrero
de tu moza y tu rabel!
¡Feliz tu, si, en Campilduero
tu rabel es el primero
y tu moza no es infiel!
¡Feliz tu entre los cantares
que el rabel á tu alma arranca!
¡Feliz tu que oyes sonares
de las coplas populares
en tierras de Salamanca!

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