Resulta sorprendente como las plantas pueden colonizar los sitios más diversos. Y aquí tenemos un buen ejemplo. Una escoba blanca (Cytisus multiflorus) creciendo sobre una peña. Cual si fuese un tiesto natural, la escoba ha aprovechado una depresión en la parte superior de la masa granítica rellena de un sustrato de polvo y musgo apelmazado que retiene bien el agua de lluvia para poder subsistir en estas condiciones no muy favorables. Que existe humedad nos lo demuestra la zona de intenso color verde orientada al Norte y que llega desde el rebosadero de la concavidad de la roca hasta el suelo. Y si además tenemos en cuenta que la escoba economiza grandemente el agua al evitar en gran medida la transpiración de sus reducidas hojas podemos comprender como ha podido crecer y vivir en tan singular medio.
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