15 de noviembre de 2011

Desde Cabrillas

A comienzos del siglo XX, el esfuerzo de algunas personas por elevar el nivel de educación en el mundo rural fue altamente meritorio. En algunos pueblos, el dinamismo de una o dos personas bastaban para ponerlo "en órbita". Es el caso, parece ser, de Cabrillas. Entre el maestro y el secretario sacaron al pueblo de su anquilosamiento. Si es verdad que, según la crónica de "El Adelanto" a la disertación del inspector de Educación que visitaba el pueblo asistieron 800 personas....


Cabrillas es uno de los pueblos de esta provincia que tiende al progreso. Hubo un tiempo en que, bien por rivalidades políticas ó por, egoísmos caciquiles, si el nombre de esta hermosa villa aparecía en la prensa, servía sólo de ridículo y menosprecio ante los pueblos que se precian de cultos y educados; pero hoy Cabrillas quiere progresar, quiere ser pueblo modelo, quiere que sus hijos sean útiles a la sociedad. Quizá se deba este cambio al cansancio, al desengaño y a los grandes desembolsos de los vecinos; acaso, al celo desplegado por las autoridades y funcionarios. Lo que sí podemos asegurar, es que los dos factores principales de ésta hermosa obra, son: el maestro y el secretario. Don Miguel Polo Valverde, profesor de primera enseñanza, vino a esta villa el año de 1902, y con su trabajo en la escuela, y con su buen ejemplo en todas partes, ha despertado a Cabrillas del letargo en que yacía. Don Leoncio García Hernández, secretario del Ayuntamiento, se ha esforzado cuanto ha podido para atraer a los disidentes, y ha visto coronada su obra. Todos los vecinos, al ver la buena marcha de la administración municipal, dieron poderes a dicho señor para que en las dos últimas elecciones municipales, designara él los individuos que habían de desempeñar los distintos cargos concejiles. Que esta villa ha sido regenerada, se ha demostrado hace unos días, el 13 del actual, al visitar estas escuelas el celoso y digno inspector de primera enseñanza de esta zona de .Sequeros, don Eulalio Escudero Esteban. Cabrillas, antes indiferente a todo lo que significase instrucción, respondió al llamamiento hecho por dicho señor, y acudió a la escuela de niños, a las siete de la noche, donde escuchó sabias y provechosas doctrinas para la mejor educación de sus hijos. El profesor don Miguel Polo Valverde hizo la presentación del orador, y éste, en brillantísimos párrafos, desarrolló el tema Educación integral. Con su hermoso discurso cautivó la atención del numeroso auditorio (800 personas), que satis fecho le interrumpía con aplausos a cada momento. A l terminar, fue felicitado efusivamente por las autoridades y funcionarios.

El Adelanto, 18 de noviembre de 1911