Dentro de unos días tendremos en nuestro país elecciones generales. Afortunadamente los tiempos han cambiado una barbaridad y ya no se suelen cometer esos incidentes tan graves como los ocurridos en Bañobárez hace justo cien años. Pero vamos a leer lo que nos cuenta el corresponsal de El Adelanto de lo referente a Villavieja.
No es este de los pueblos en que pueda tener aplicación el bien pensado artículo 29 de la ley electoral, lo cual quiere decir que el domingo pasado hubo elección, y elección reñida como pocas, pero que una vez más le acreditó de cuerdo y de sensato, como es fama ya de él en otras ocasiones. Agrada en medio de todo, que no obstante los sinsabores, rencillas y disgustos que acarrean á las personas amantes de la paz, estas que yo llamaría convulsiones y espasmos de los pueblos, no haya que lamentar agresiones ni contiendas fuertes, y esto es lo que ha ocurrido siempre aquí. Hubo el domingo, según se oye, sus incidentillos, como los habrá en todas partes, y siempre cuando los ánimos se caldeen; pero nada que pudiera asemejarse a una alteración del orden público, ni tampoco a ataques personales. Y esto, después de todo, honra a las gentes de uno y otro bando que si bien trabajaron con ardor para llegar al resultado de que el triunfo lo alcanzasen por dos solos votos, con todo han sabido contenerse y dar un mentís a quien auguraba sucesos como los ocurridos ha poco en Bañobárez y dicho día en Sepulcro Hilario. Mi enhorabuena a todos por esto, y el encargo ahora a los elegidos de que sepan olvidar, cuando convenga, su procedencia, para sólo pensar en la tranquilidad y recta administración que tanto necesita este como todos los pueblos.
El Adelanto, 18 de noviembre de 1911