Tras unos días de agobiante calor, en la tarde del 18 de mayo, aparecieron por el oeste unas amenazadoras nubes que al cabo de un par de horas dieron lugar a unos pequeños chubascos acompañados más tarde de ligeros relámpagos y truenos. Fue en ese intervalo de tiempo cuando tomé esta foto, en la carretera de Bogajo. En primer término y a la derecha una planta de cantueso ya florecido, al que popularmente por aquí se le denomina tomillo.