La noticia del homicidio villaviejense aparecía en una publicación semanal que a finales del siglo XIX se editaba y publicaba en Vitigudino. Se llamaba "El Avanzado, semanario de intereses morales y materiales". En el número 62 publicado el día 13 de marzo de 1890 se decía:
A hora avanzada de la noche correspondiente al día 5 del mes actual salían de la taberna del Serrano en Villavieja, cuatro mozos llamados Vicente Cañizal, Evaristo Merchán, Angel Hernández y Mariano Mateos, entre los cuales sobrevino una pendencia por cuestión de faldas y amoríos, según se cuenta, que previos unos cuantos pinchoteos, dio por resultado un muerto (el Mariano) un herido (el Ángel) y dos prisioneros (el Vicente y el Evaristo) quienes por la Guardia Civil (y creemos que convictos) fueron trasladados a la Cárcel del Partido.
El Juzgado de instrucción conoció del hecho tan luego como tuvo conocimiento de él, pasando a Villavieja y desplegando tal actividad y celo en las actuaciones que muy pocos dias después se nos aseguró estaba para terminarse el sumario. Hechos como este no necesitan comentarios: le basta la satisfacción íntima que experimenta el que los ejecuta.
Vamos a ir analizando paso a paso la noticia. En primer lugar la fecha. En principio consulté otras dos fuentes que se suponen bastante fidedignas y que deberían de coincidir: el Registro Civil y el Libro de Difuntos de la Parroquia. ¡Pero tampoco coinciden! En el primero se realiza la anotación de la muerte de Mariano el día 9 de Marzo, mientras que el segundo sitúa el entierro el día 8 de Marzo y la muerte el día 7.
Mariano, de Francisco Mateos y Sabina López
(esta corresponde a la cara anterior)
A los ocho días del mes de marzo de mil ochocientos noventa, el infrascito cura párroco de la de San Pedro Advíncula de Villavieja, Obispado de Ciudad Rodrigo, provincia de Salamanca, Juzgado de Vitigudino, mandé dar sepultura eclesiástica a un cadáver del adulto Mariano, hijo legítimo de Francisco Mateos y Sabina López, vecinos de esta villa. Había muerto el día antes de edad de veintiun años y se enterró en el cementerio de esta villa. Recibió el sacramento de la Extremaunción. Fueron testigos Feliciano Arias y José Corral y por ser cierto firmo fecha ut supra.
Lic. Pedro Gómez Román.
Esta última no resulta muy fiable si tenemos en cuenta que la inscripción en el libro de difuntos se realizó, por lo menos, 36 ó 40 días después de ocurrido el fallecimiento ya que hay cuatro partidas de defunción antes de la de Mariano, que están fechadas todas en el mes de Abril, los días 9, 1, 11 y 14, y asi lo hace constar el párroco cuando escribe al margen "esta [partida] corresponde a la cara anterior". El periódico "La Región" publica el sábado día 8 una reseña de un parte de la Guardia Civil que indica que los hechos acaecieron el día 4 de Marzo:
Comunica la guardia civil del puesto de Villavieja, que el día 4 fueron detenidos en aquel pueblo los sujetos Evaristo Merchán y Vicente Cañizal Rodríguez, por haber inferido heridas con navaja de bastante gravedad a Mariano Mateos López y Ángel Hernández Alonso, en reyerta tramada por referidos sujetos que han sido puestos a disposición del Juez municipal, quien instruye las primeras diligencias.
Como se observa, en la mencionada reseña no se recoge aún el fallecimiento de ninguna persona, lo cual podría indicar que la muerte de Mariano no fue instantánea sino que se demoró algún tiempo, ¿quizás dias? Esto explica quizás la disparidad de fechas manejadas por las diversas instancias. Así pues, vamos a tomar el día 4 de Marzo de 1890 como la fecha más probable en la que ocurrió el altercado que terminó de manera tan trágica.
Bien, una vez establecida la fecha, pasemos al lugar. Se nos dice que "salían de la taberna del Serrano". ¿Dónde se ubicaba ésta? Pues según todos los indicios -recuerdos de gente del pueblo que oyó en su día hablar de ella- parece ser que estaba en la calle Peligrosa, posiblemente en la confluencia de dicha calle con la de la Fuente Abajo, en el lugar donde se situaría con posterioridad la casa de Antonio Velasco y Jacinta Prieto. Nos quedamos, por tanto, con el dato, pero con las consiguientes reservas.
En cuanto a las personas intervinientes en la reyerta, ya hemos leído en las publicaciones anteriores sus nombres: Mariano, Ángel, Evaristo y Vicente. "El Nuevo Progreso" , otro periódico salmantino de la época, nos precisa sus edades y profesiones, en su edición del domingo 9 de Marzo de 1890:
La Guardia Civil del puesto de Villavieja detuvo, días pasados, a dos sujetos llamados Evaristo Merchán Calzada, de 22 años, soltero y de oficio albañíl, natural de dicha villa, y a Vicente Cañizal Rodríguez, de 24 años, soltero y de oficio molinero, natural de Peleas de Abajo [Zamora], por haber acometido con navajas y herido de gravedad a Mariano Mateos López y Ángel Hernández Alonso, naturales y vecinos de Villavieja, albañiles de oficio, y los dos de 21 años y solteros.
Como se ve, tres eran naturales de Villavieja y uno de fuera, aunque presumiblemente vecino de la misma. Transcribimos a continuación algunos datos de los villaviejenses:
- Evaristo Merchán Calzada había nacido el 27 de Octubre de 1867. Fueron sus padres Joaquín Merchán Bernal y Lucía Calzada Prieto. Abuelos paternos: Joaquín Merchán y Jacinta Bernal. Abuelos maternos: Bernardo Calzada y Brígida Prieto.
- Mariano Mateos López nació el 17 de Septiembre de 1869. Fueron sus padres Francisco Mateos Merchán (albañil) y Sabina López Moro. Abuelos paternos: José Mateos y María Merchán. Abuelos maternos: Mariano López y Martina Moro.
- Angel Martin Hernández Alonso nacido el día 1 de marzo de 1870 hijo de Francisco Hernández Martín (jornalero) y Angela Alonso Merchán. Abuelos paternos: Sebastián Hernández y Martina Martín. Abuelos maternos: Jacinto Alonso y Evarista Merchán.
Cuando riñendo varios y acometiéndose entre sí confusa y tumultuariamente hubiere resultado muerte y no constare su autor, pero si los que hubieren causado lesiones graves, serán estos castigados con la pena de prisión mayor.
Lo cierto es que estuvo en prisión una buena temporada, por algo, que él siempre negó haber realizado. Afirmó con rotundidad a lo largo de toda su vida y en todas las ocasiones que se le presentaban, que el fue inocente. Y quizás tuviese razón. Quizás la pelea se desarrolló de forma directa entre Vicente y Mariano o entre Vicente por un lado y Mariano y Ángel por otro. Quizás Evaristo intervino intentando separar a los contendientes. Es posible que en esa "mediación" sujetase a alguno de ellos, y que ese momento fuese aprovechado por Vicente Cañizal para inferir algún navajazo, .... No podemos saber realmente como sucedió, aunque es bastante probable que fuese así. Esto es lo que podría explicar las reiteradas afirmaciones de inocencia de Evaristo. Todas estas vivencias de "condena injusta", según él, y años de presidio hicieron que perdiese, entre otras cosas, la fe en la religión católica haciéndose agnóstico y no practicante declarado, de tal manera que en los libros parroquiales no consta ya, ni su matrimonio, ni el nacimiento de su hijo Martín ni su defunción. A partir de 1904 ejerció el cargo de tesorero de la Agrupación de Trabajadores que se había constituido en Villavieja en el año 1900.
No sabemos nada más de Vicente Cañizal, con toda seguridad autor material de las cuchilladas que causaron la muerte a Mariano Mateos y las heridas a Ángel Hernández. Éste se recuperó de las lesiones y continuó viviendo en Villavieja. Contrajo matrimonio con Ramona García Calvo y entre sus descendientes se contaron (la relación probablemente no sea exhaustiva): Cristina Rosaura, María Plácida, Juan Francisco (nacido el 19 de Diciembre de 1897 y en cuya partida de nacimiento se indica que su padre era labrador), Ángel y María Cristina Hernández García.