14 de febrero de 2011

Descripciones de trajes charros

En el año de 1903, la revista "Hojas selectas" publicó un estupendo artículo escrito por Celso Gomis titulado "La romería de Tejares" en el que en sus primeros párrafos describía con minuciosidad las diferentes trajes charros típicos de nuestra provincia.

La romería de Tejares
(CUADRO DE COSTUMBRES SALMANTINAS)

Quien acertara a llegar a Salamanca el 20 de Junio por la tarde, se creería en una ciudad completamente abandonada. Tanta es la soledad que en tal día y a tal hora reina en las calles de la que en otro tiempo fue brillante emporio de la ciencia.

Desde las primeras horas de la mañana del citado día, en que el vecino lugar de Tejares celebra su fiesta mayor, no se ve más que una larga hilera de gente que cruza el antiquísimo puente romano del Tormes y se pierde entre las nubes de polvo que se levantan de la carretera de la Fregeneda. Al llegar la tarde, apenas queda ya persona viviente dentro de los muros de la antigua Salmántica. A caballo algunos, muchos en carruaje y a pie los más, todo el mundo se ha trasladado al lugar de la romería.

Pintoresca en extremo es la gran mezcolanza de tipos y trajes que por doquier se ven. Nada diremos de la elegante dama, por ser su traje el mismo en todas partes; pero merecen especial mención, por su modo de vestir, la linda artesana, la airosa charra y la robusta serrana.

Viste la artesana salamanquina falda de vistosos colores, rico pañolón de Manila sembrado de pájaros y flores de brillantes matices, y mantilla de rocador, bordada de lentejuelas y abalorios; adornan sus orejas largos pendientes de oro, y se confunde con el de su nacarado cuello el brillo de los aljófares de las gargantillas que caen sobre su pecho.

La rica charra, con su bien plegado manteo bordado de oro de ley; su picote, recamado de áureas palmas y de finísimas perlas; su jubón negro de ajustadas mangas, por cuyos extremos asoman los puños, de delicado encaje; su toquilla de blonda, ricamente bordada, que, bajando de los hombros, le rodea la cintura y formando lazo cae en airosos colgantes a lo largo del manteo; su lindo rebocillo ó mantilla terciar que, prendido en la cabeza, le cae suelto sobre los hombros; su blanca media calada y su ajustado zapatito escotado; sus enormes collares de galápago, de oro macizo, mezclados con gargantillas de aljófares y corales; sus valiosos pendientes de estribo y sus anillos de teja, constituye uno de nuestros más pintorescos tipos provinciales, siendo una verdadera lástima que la niveladora moda vaya haciéndolos desaparecer.

La serrana viste zagalejo corto de bayeta verde, amarilla ó encarnada, que abulta extraordinariamente sus caderas; pañuelo de lana con grandes flores bordadas, que le cubre hasta un poco más abajo de la cintura; media blanca, zapatos sin tacón y grandes lazos negros, y lleva el cabello peinado hacia atrás con moño de picaporte. Algunas cubren su cabeza con enormes sombreros de paja de centeno, gorras los llaman ellas, adornados con pequeños espejos, lazos de papel de color y caprichosas guirnaldas y penachos de paja.

También es digno de describirse el traje de los charros y serranos. Viste el primero calzón corto y ajustado, jubona de cuadrado escote, que deja asomar la blanca y bien bordada pechera de una camisa sin cuello, abrochada con un solo botón de oro del tamaño de una moneda de cinco duros; chaqueta corta y de manga estrecha, con botonadura de oro ó de plata; botín de cuero, que forma una sola pieza con el recio zapato y se abrocha encima de la pantorrilla; ancho cinturón llamado de media vaca, y sombrero de castor ó de pana provisto de grandes alas.

El serrano lleva pantalones anchos, generalmente azules, faja de lana con borlas verdes, que le cuelgan por detrás; chaqueta también ancha; pañuelo de algodón atado al cogote y, encima de este pañuelo, sombrero de fieltro, cuyas anchísimas alas se mantienen horizontales por medio de cordones unidos a la parte superior de la copa.

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El artículo se ilustraba con varias imágenes entre las que se encontraba la siguiente acompañada del correspondiente pie de foto.

TIPOS DE MUCHACHAS SALAMANQUINAS.
La de la izquierda lleva al cuello la prenda de abrigo llamada sayaguesa; la de en medio luce la mantilla de rocador y la de la derecha viste un elegantísimo traje de charra


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