En una estrecha grieta entre dos peñas graníticas, ha nacido y crecido un roble. Ni que decir tiene que su lugar de crecimiento fue privilegiado por estar protegido de vacas y caballos, y disponer de abundante humedad, pero ha llegado el momento de "ensanchar" y la cosa aunque difícil probablemente se logre. Eso si, será a base de esfuerzo lento y constante y siempre que alguna enfermedad o alguna "otra cosa" (¡adivinen que puede ser!) no se lo lleve por delante. Se encuentra en la Dehesa en las inmediaciones del Cortadero