Para una mejor compresión del texto se han completado muchas de las palabras que habitualmente en este tipo de diccionarios enciclopédicos suelen aparecer en abreviaturas.
ALDEADAVILA DE DUERO o DE LA RIBERA: villa con ayuntamiento de la provincia y diócesis de Salamanca (16 leg.), partido judicial de Vitigudino, audiencia territorial y capitanía general de Valladotid (33), con aduana terrestre de segunda clase.
Situada en una hondonada a la inmediación del Duero que divide a España y Portugal por esta parte, y dominada por la altura de Santiago, en la que existió una ermita; solo está expuesta a los aires del N., y las enfermedades que ordinariamente se padecen son tercianas y cuartanas. Tiene 400 casas de 7 á 9 varas de altura, formando cuerpo de población, varias calles por lo general irregulares, mal empedradas, y algunas poco limpias; una plaza pequeña, casa para la municipalidad, cárcel, pósito de centeno con 100 fanegas y 13,000 reales en metálico; escuela de primera enseñanza para ambos sexos, dotada de los fondos del común con 1,500 rs. anuales, y ademas una corta retribución de los niños que concurren a ella en número de 150; iglesia parroquial dedicada a San Salvador, cuyo beneficio, de término, está considerado como de los primeros del obispado, servida por un ecónomo, un teniente nombrado por aquel con aprobación del ordinario, dos capellanes, un sacristán secular, un organista y cuatro monacillos nombrados por el párroco ; un convento de monjas; y tres cañerías de agua saludable, pero escasa por falta de cuidado, con otros tantos lavaderos uno a cada entrada de la población. En las afueras se encuentran ademas cuatro fuentes abundantes, pero descuidadas también, tres lagunas para abrevadero de los ganados, tres ermitas sin renta alguna, con la advocación de la Vera-Cruz, Concepcion y San Sebastian, propiedad de las hermandades de los mismos nombres; contiguo a la última está el cementerio, y en lo mas escabroso del término el edificio del suprimido convento de franciscos de la orden de San Miguel, en el que se da culto a Nuestra Señora de la Zarza.
Confina por Norte con el Duero (1 1/2 leg.), sobre el cual hay una barca, Este con su anejo Corporarío (1/8), Sur y Osete con los términos de Zarza y Mieza (1)
El terreno participa de llano y montuoso; de manera, que por la orilla del Duero solo pueden transitar cabras; hay algunos valles con roble para el uso del vecindario, algunos prados de secano, y un baldío llamado de la Jara, siendo el total de fanegas de tierra 2.448; de las cuales 2,435 están en cultivo, y las 13 restantes son de monte y pasto. La trilla se hace en un egido de cabida de 6 fanegas.
El arroyo llamado Remolino que recoge las aguas sobrantes del pueblo, aunque en el verano apenas lleva corriente, cuando no se seca del todo, ha dado movimiento a varios molinos harineros, de los cuales solo existe uno; tiene un pequeño puente de un ojo, y cria en sus orillas bastantes negrillos, de cuya madera se sirven los naturales para hacer arcos de cubas.
Los caminos son comunales, casi todos de herradura, en mal estado: un cartero lleva y recoge la correspondencia en Vitigudino.
Industrias: la agrícola, ganadería, algunos telares de buen lienzo, y seis molinos de aceite. Su comercio se reduce a tres tiendas de quincalla, y el que se hace los domingos en el mercado, donde se vende pan, granos, quincalla, frutos del pais, y ganado de cerda. También se celebra una feria el 24 de agosto, de poca concurrencia y las especulaciones consisten principalmente en ganado mular.
Productos: vino, centeno, patatas, aceite, limones, naranjas y otras frutas, algún trigo tremesino, ganado lanar, cabrio, vacuno; caza menor, lobos y zorras. Se importa el trigo de los mercados de Ledesma y Vitigudino; y se exporta vino para los pueblos inmediatos.
Población: 408 vecinos, 1.400 habitantes. Riqueza Territorial Productiva: 735.700 reales. Impositiva: 86.785 rs.. Valor de los puestos públicos: 22.212 reales. El presupuesto municipal ordinario asciende a 11.000 reales, y se cubre por reparto vecinal. Los propios de la villa consisten en el producto del arriendo de la Barca del Duero, en un pequeño monte de encina, y en algunas tierras de pan llevar, cuya renta asciende cada tercer año á 80 fanegas de centeno. Se ignora la época de la fundación de esta villa que en otro tiempo se llamó Aldea. Solo se sabe por tradición que la torre de la iglesia es obra de moros, de cuya época hay dos sepulcros. Se gloria de ser patria de tres ministros de Estado, hijos de una misma familia, y perteneció al señorio del duque de Alburquerque, quien cobraba las alcabalas y un noveno del acervo común de diezmos.
El adjunto estado demuestra la exportación al extranjero que ha habido en esta aduana en los años 1843 y 1844; pero como se ha formado con la presencia de los parciales de la misma, en los que se echan de menos algunos meses, no nos ha sido posible llenar los claros que aparecen en él.