Hoy traemos a este blog unos versos del poeta Gregorio Hernández Matías, aparecidos en el bisemanario ilustrado "El Charro" que se publicaron en Salamanca el 12 de febrero de 1914. Llevaban por título "La charra". ¡Que sirvan de homenaje a todas las mujeres salmantinas! ¡Las de antes y las de ahora!
La charra
Humildad, belleza y calma,
arte, sentimiento y ciencia,
caridad, amor, clemencia;
todo virtud en su alma,
todo paz en su conciencia.
La del dengue rameado,
la del zapato escotado,
la de la media calada,
la del crucero bordado
y chaquetilla ajustada.
La robusta, la sincera,
la del típico manteo
de vuelta y con faltriquera,
y mandil de floreteo
y trenzada cabellera.
La flor del campo escondida
que siempre se satisfizo
a Naturaleza unida,
sin soñar con falso hechizo
de la cortesana vida.
La santa mujer que pasa
la vida entre llano v loma
del ruido mundano escasa,
sin dejar su blanca casa
como tímida paloma.
La cristiana y la sencilla,
la trigueña y la discreta;
ni pálida, ni coqueta,
ni endeble, se maravilla
en los bailes de etiqueta.
La del vivir sosegado
por su sabor envidiado
de reyes, duques, marqueses;
la que aspira aliento honrado
de las enceradas mieses.
La que en los sueños de santa
escucha tiernos rumores
de brisas y ruiseñores
y al labriego que la canta
sencillas coplas de amores.
La que Dios mismo embelesa
en los amplios horizontes
del río que al prado besa,
y en las cimas de los montes
que circundan a la dehesa.
La que en los campos labora,
plancha y cose, guisa y ora;
la que amasa con orgullo
pan del pobre cuando el suyo.
¡La criada y la señora!
Gregorio H. Matías